Anuar el Sadat fue recibido con aplausos en Israel

A las ocho de la tarde de ayer, el Boeing 707 número 01 de la United Arab Republic of Egipt se detuvo en el aeropuerto Ben Gurion. Los primeros en descender del aparato fueron los guardaespaldas de la personalidad más destacada entre el pasaje, el presidente de Egipto, Anuar el Sadat. En ese mismo momento Libia rompía sus relaciones diplomáticas con El Cairo.

En la escalerilla del avión le esperaron el presidente del Estado de Israel, Efraim Katzir, y el primer ministro, Menahem Begin. Mientras Sadat descendía sonriente del avión, una anciana muy cerca de este corresponsal repitió: « ln...

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A las ocho de la tarde de ayer, el Boeing 707 número 01 de la United Arab Republic of Egipt se detuvo en el aeropuerto Ben Gurion. Los primeros en descender del aparato fueron los guardaespaldas de la personalidad más destacada entre el pasaje, el presidente de Egipto, Anuar el Sadat. En ese mismo momento Libia rompía sus relaciones diplomáticas con El Cairo.

En la escalerilla del avión le esperaron el presidente del Estado de Israel, Efraim Katzir, y el primer ministro, Menahem Begin. Mientras Sadat descendía sonriente del avión, una anciana muy cerca de este corresponsal repitió: « lncreíble, es increíble» y se escucharon los primeros aplausos.Flanqueado por Katzir a su izquierda y Begin a su derecha, Sadat escuchó primero el himno egipcio y luego el hebreo, la Hatikva (la Esperanza). En el rostro del presidente egipcio no se convulsionó ningún músculo mientras escuchaba el himno nacional israelí que fue, antes del nacimiento del Estado hebreo, el himno del movimiento sionista. «¿Qué puede estar pensando Sadat en estos momentos?», preguntó una persona cercana.

Inmediatamente después de la bienvenida, el presidente egipcio fue presentado a los grandes rabinos de Israel, a los ministros y diputados, incluidos los de la oposición laborista. Sadat estrechó calurosamente la mano de cada uno y de manera especial la de Abba Eban, antiguo ministro de Asuntos Exteriores, con el que intercambió algunas palabras entre sonrisas.

Después, rodeado por una nube de guardaespaldas egipcios e israelíes. Sadat se acomodó en el automóvil oficial de MenahemBegin y emprendió camino a Jerusalén.

« En el Oriente Próximo ha comenzado una nueva era», dijo el comentarista de la televisión Israelí con voz emocionada, y añadió, a sabiendas de la trivialidad de su afirmación: «Es lo menos que se puede decir.»

La jornada del presidente egipcio comenzó al amanecer de hoy con su visita a la mezquita de El Aksah, donde le recibieron las más altas personalidades islámicas.

Después Sadat proseguirá su excursión religiosa en la mezquita de la Roca, donde está prevista una oración de gracias, y terminará en la iglesia del Santo Sepulcro.

A, las cuatro de la tarde, Sadat hablará al knesset israelí, punto culminante de su viaje, tras el discurso del premier, Begin, y anterior al discurso del líder de la oposición, Simon Peres.

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