Dos días de violentos incidentes en Cádiz

A últimas horas de la noche continuaban en Cádiz los enfrentamientos entre policías y manifestantes. Arboles arrancados de cuajo, barricadas en llamas y los autobuses urbanos que fueron retirados del servicio ante los continuos asaltos eran las notas que describían la situación, que arrojaban un saldo de trece detenidos y varios heridos, ocho de ellos policías.

El lunes pasado los obreros de Astilleros decidieron parar durante dos horas su trabajo para realizar asambleas y discutir los problemas que se les plantean ante los planes de reestructuración de la empresa.El martes, tras la cel...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A últimas horas de la noche continuaban en Cádiz los enfrentamientos entre policías y manifestantes. Arboles arrancados de cuajo, barricadas en llamas y los autobuses urbanos que fueron retirados del servicio ante los continuos asaltos eran las notas que describían la situación, que arrojaban un saldo de trece detenidos y varios heridos, ocho de ellos policías.

El lunes pasado los obreros de Astilleros decidieron parar durante dos horas su trabajo para realizar asambleas y discutir los problemas que se les plantean ante los planes de reestructuración de la empresa.El martes, tras la celebración de la asamblea, se organizó una manifestación con la intención de llegar ante el edificio del Ayuntamiento que fue contundentemente disuelta por las fuerzas de Policía Armada. Por la noche, en los barrios en que están situadas gran número de viviendas de empleados de Astilleros Españoles, se sucedieron los enfrentamientos con las fuerzas antidisturbios, que alcanzaron cotas realmente importantes.

La policía usó un variado arsenal de botes de humo y balas de goma, mientras que desde los balcones eran arrojados sobre la policía un frigorífico, una máquina de coser, innumerables macetas, tuercas y tornillos. Los manifestantes formaron varias barricadas con autobuses, coches y bancos.

En un ambiente de tensión contenida amaneció la ciudad el miércoles y se esperaban nuevos incidentes callejeros, que a lo largo del día se irían produciendo. Muchas personas habían retirado sus coches de las calles que fueron escenario el día anterior de los encuentros. En los colegios se registraron abundantes ausencias de niños en las clases, ante el temor generalizado de que los incidentes de ayer iban a superar los de¡ día anterior.

El Gobierno Civil ha justifica do la intervención de la policía «que había realizado reiterados intentos de disolver la manifestación». Por su parte, la coordinadora de trabajadores de AESA, partidos políticos y fuerzas sindicales, facilitó un comunicado en que calificaba la actuación de las fuerzas de orden público como un atentado al derecho democrático de manifestación y denunciaban la brutal e indiscriminada actuación de las FOP, que no respetaron la presencia de niños, autobuses escolares y mujeres, dándose el caso de balas de goma que llegaron a un décimo piso. Por todo ello, solicitaban la dimisión del ministro del Interior y del gobernador civil de Cádiz.

Comisiones Obreras y el Partido Socialista Obrero Español no suscribieron este comunicado y, por su parte, facilitaron otro en el que hacían un llamamiento a la calma.

Durante la mañana de ayer, ante 1a imposibilidad de celebrar nuevas manifestaciones, los trabajadores celebraron nuevas asambleas y algo más de un millar de ellos han comenzado un encierro en las dependencias de la factoría de la capital, que proseguirán definidamente.

Sobre las cuatro de la tarde, en una avenida (le las inmediaciones de la factoría se formaron varias barricadas, una de ellas cruzando un autobús. La Policía Armada retiró dichas barricadas y tomó la zona. apostando diversos números en las azoteas de las casas colindantes.

Explicaciones a la nueva situación

Los incidentes registrados en Cádiz durante estos dos últimos días han presentado un carácter mareadamente diferente al de la manifestación del pasado día 11 que consiguio congregara 100.000 personas.

Algunas fuentes consultadas por EL PAIS han interpretado esta nueva situación como una cierta utilización del grave problema que padece la ciudad, por los influyentes grupúsculos extra parlamentarios de la zona. De alguna manera, la falta de respuestas concretas y el escaso interés demostrado en Madrid por el problema de la bahía de Cádiz podrían explicar, probablemente, la amplia audiencia de estas formaciones políticas, que pueden llegar a llevar a remolque a las grandes centrales sindicales y partidos políticos. Las elecciones del 15 de junio pasado concedieron un voto claramente a la izquierda, siendo cuatro escaños para el PSOE, uno para el PCE, uno para Unidad Socialista y dos para la Unión de Centro Democrático.

Las impresiones que se tenían al finalizar la jornada, cuando se repetían los incidentes y saltos, en los que un policía había resultado con triple fractura de fémur, al habérsele arrojado un bidón, eran más bien pesimistas. «Sólo una explicación de nuestro futuro, que disipe el fantasma que pesa sobre esta ciudad puede tranquilizar la situación», dijo anoche un autorizado portavoz de los trabajadores.

Archivado En