Colonias de hotelitos: el Ayuntamiento, a favor; vecinos y Area Metropolitana, en contra

La aprobación de la ordenanza cuarta municipal, redactada por el Ayuntamiento, supondría modificar la estructura de unas 3.000 hectáreas ya edificadas en Madrid que suponen casi un 30% del actual casco urbano, hoy cifrado en 16.000 hectáreas. La magnitud de la ordenanza es, pues, muy considerable, y ha dado lugar a una polémica que puede tener su fin legalmente hablando -otra cosa será la reacción social que provoque caso de que se apruebe- cuando los miembros del pleno de Coplaco voten a favor o en contra de ella.Hasta ahora se han presentado unas 4.000 alegaciones a la ordenanza; en su gran ...

La aprobación de la ordenanza cuarta municipal, redactada por el Ayuntamiento, supondría modificar la estructura de unas 3.000 hectáreas ya edificadas en Madrid que suponen casi un 30% del actual casco urbano, hoy cifrado en 16.000 hectáreas. La magnitud de la ordenanza es, pues, muy considerable, y ha dado lugar a una polémica que puede tener su fin legalmente hablando -otra cosa será la reacción social que provoque caso de que se apruebe- cuando los miembros del pleno de Coplaco voten a favor o en contra de ella.Hasta ahora se han presentado unas 4.000 alegaciones a la ordenanza; en su gran mayoría enviadas por las propias personas residentes hoy en las colonias de hotelitos cuya remodelación se contempla. Este dato permite calibrar el nivel de contestación, amplio, que ha originado entre las 15.000 familias afectadas.

Incluso dentro del Ayuntamiento de Madrid ha habido concejales, caso de Eduardo González, que se ha mostrado opuesto a su aprobación. Arquitectos, urbanísticos y simplemente vecinos han acusado al Ayuntamiento de promover la especulación del suelo, entendiendo que la ordenanza posibilita la desaparición de los chalets, y su sustitución por bloques de viviendas de hasta cuatro alturas. El tema se complica al saber que el antiguo director técnico del Arca Metropolitana, Jesús Gimeno, habitante de uno de estos chalets, fue uno de los promotores de la misma, aunque intentó que su intervención pasara inadvertida.

La opinión del alcalde de Madrid, señor Arespacochaga, y del gerente de Urbanismo, señor Barriga, ha sido la de defender a machamartillo la bondad de la ordenanza. La presión de los afectados y las acusaciones de haber actuado a sus espaldas en el momento de la redacción, movió al Ayuntamiento a prorrogar en un mes el plazo de información al público. Las colonias, unas doce en total, están situadas en zonas muy revalorizadas de la ciudad, aunque cuando se construyeron ocupaban zonas del extrarradio. La única colonia que no se incluye en la ordenanza es la de El Viso, residencia de personas de alto nivel económico.

En Madrid ya existen antecedentes numerosos de actuaciones que no gozaban de un consenso popular e incluso que se consideraban contrarios a sus intereses, pero que fueron aprobadas y pues tas en vigor por los organismos correspondientes. En este caso, el Arca Metropolitana se ha mostrando totalmente en contra de la opinión del Ayuntamiento, produciéndose así un enfrentamiento entre los dos máximos organismos urbanísticos madrileños. Hecho realmente nuevo y que parece re flejar las distintas fuerzas políticas presentes hoy en ambos organismos.

El asunto se decidirá finalmente en uno de los próximos plenos de Coplaco, donde el Arca Metropolitana tiene un solo representante, el delegado del Gobierno, Elías Cruz, por cuatro que tiene el Ayuntamiento el mismo alcalde, el gerente de urbanismo y dos tenientes de alcalde. La aprobación o rechazo de la ordenanza depende, además, del voto de los dos representantes de los ayuntamientos de la provincia, Angel Arroyo y Mariano Faura, alcaldes de Getafe y Coslada, respectivamente, y de una serie de representantes de los distintos ministerios, como son el secretario general técnico del Ministerio del Interior, cinco del Ministerio de Obras Públicas y uno de Educación y Ciencia.