Entrevista:

El plan de reestructuración puede sanear financieramente a Babcock Wilcox

EL PAIS: ¿Cuál es la situación real de Babcock?G. Millán Barbany: Babcock que, como ustedes saben, no es parte de una multinacional sino una empresa netamente española, se ve confrontada desde hace un año con un doble problema que le crea una situación grave.

En el orden financiero, carece de los recursos necesarios para hacer frente a sus compromisos de pago en los vencimientos previstos, situación que, al prorrogarse y endurecerse con el paso del tiempo,origina un conjunto de reclamaciones, alarmas y cautelas, que por sí mismas, contribuyen a agravar la situación.
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EL PAIS: ¿Cuál es la situación real de Babcock?G. Millán Barbany: Babcock que, como ustedes saben, no es parte de una multinacional sino una empresa netamente española, se ve confrontada desde hace un año con un doble problema que le crea una situación grave.

En el orden financiero, carece de los recursos necesarios para hacer frente a sus compromisos de pago en los vencimientos previstos, situación que, al prorrogarse y endurecerse con el paso del tiempo,origina un conjunto de reclamaciones, alarmas y cautelas, que por sí mismas, contribuyen a agravar la situación.

En el orden económico, está en una situación de pérdida que le resta toda posibilidad de autofinanciación y reduce su competitividad en el mercado,

Ambos factores se influyen mutuamente, por razones evidentes.

EL PAIS: ¿Cuáles han sido las causas que han llevado a esta situación?

M. B.: Babcock desarrolla su actividad, repartida aproximadamente al 50 %, en el sector siderúrgico y en el de bienes de equipo. Ambos, están fuertemente afectados por la crisis económica de nuestro país, así como a nivel internacional.

El efecto es una insuficiencia de la demanda y un endurecimiento de los precios, en los mercados interior y exterior, que afecta fuertemente a la rentabilidad de la cm presa.

Esta se ve también afectada por la exagerada inflación de los costos que estamos padeciendo, especial mente en productos que, como los bienes de equipo, tienen un ciclo de fabricación largo y en donde la incidencia del factor humano es elevada. Por otra parte, la venta de bienes de equipo, en las condiciones del mercado español, exige unas facilidades de financiación, durante el proceso de fabricación y con posterioridad al mismo, es decir, después del suministro, que obliga a las empresas a apelar fuertemente a los créditos de fabricación y venta inscritos en el coeficiente de inversión de la banca. Los recursos de esta para estos fines han sido crónicamente insuficientes, como hemos puesto reiteradamente dé manifiesto los fabricantes de bienes de equipo. Concretamente, en estos momentos están muy por debajo de las necesidades reales, con una clara tendencia, además, a disminuir en el futuro inmediato, como consecuencia de la política económica del Gobierno.

En Babcock, la situación general se ha visto agravada por una insuficiencia crónica de recursos propios, de la que no ha podido escaparse ni por la vía de la autofinanciación ni por la del mercado de capitales, al mismo tiempo que era necesario incrementar rápidamente el volumen de negocio, para absorber costos mediante la adecuada utilización de las instalaciones. Las exigencias financieras que de ello derivan hubo que atenderlas, por tanto, mediante la apelación al crédito interior y exterior, cuyas posibilidades se han visto truncadas por el cambio de situación, aparte del efecto en la rentabilidad del aumento de costo del dinero en las fuertes cargas financieras que soporta la empresa.

EL PAIS: ¿Cómo le afecta a Babcock su ubicación en el País Vasco?

M. B.: La crisis económica del país es más intensa en la región vasca, según ponen de manifiesto los informes oficiales de coyuntura, como consecuencia de la estructura industrial de la zona, donde la siderurgia y los bienes de equipo tienen un peso específico muy fuerte .y sin duda también por factores políticos locales, que hay que esperar se clarifiquen pronto.

Ello añade, ciertamente, dificultades específicas locales a las generales del caso, si bien creo deben tomarse también en consideración otros factores positivos, como son la larga tradición industrial de la zona, que facilita el tratamiento responsable de los problemas sociales y económicos, así como la existencia de entidades financieras muy potentes y con gran sensibilidad industrial.

En definitiva, creo, pues, que, en lo esencial, la situación de Babcock hubiera sido análoga en cualquier otra localización geográfica.

EL PAIS: Se ha hablado de un plan de reestructuración estudiado por el consejo de administración de Babcock recientemente. ¿En qué punto se encuentra ese plan?

M. B.: El plan de reestructuración acordado recientemente por el consejo de administración de la empresa, persigue el doble objetivo de allegar recursos financieros mediante la enajenación de una parte importante de sus activos siderúrgicos, y de recuperar la rentabilidad de la sociedad mediante un conjunto de acciones internas que afectan a la reconversión de ciertos productos y talleres, lo, que comporta nuevas inversiones, nueva reducción de plantilla que se está negociando con el personal y la administración; una recuperación de la productividad, también en negociación con el personal y un plan general de reducción de costos en las diversas formas de actividad de la compañía. Todo está en fase de intensa negociación en estos momentos, con el conocimiento y apoyo de la Administración, que, dentro de sus limitaciones, acredita un gran interés por el éxito del plan, del que depende la superación de la crisis.

En la nueva estructura que resulta de la aplicación del plan, si éste llega a buen puerto, como esperamos, la empresa habrá superado sus dificultades financieras y podrá recuperar su rentabilidad, trabajando básicamente como fabricante de bienes de equipo, para sectores industriales entre los que el energético ocupa y seguirá haciéndolo en el futuro, un lugar muy destacado.

Por otra parte, la Babcock desarrolla desde hace años una intensa actividad exportadora, lo que nos ha proporcionado una experiencia y mercado que seguirán siendo de gran utilidad en la nueva situación, tanto de la empresa como del país.

Por lo que respecta a la plantilla, desde comienzos del corriente año hasta finales de 1980 se proyecta reducirla en un 15 %, reducción de la que cerca de un 40 % se está llevando a cabo en 1977, mediante fórmulas de jubilación anticipada y por otros procedimientos que hasta el día de hoy han permitido evitar un expediente de crisis. En cuanto al resto, como he indicado anteriormente, el tema está en negociaciones con el personal, el cual está mostrando, en su conjunto, una actitud de solidaridad y responsabilidad para la superación de la crisis que me complazco en poner de manifiesto aquí.

EL PAIS: ¿Cuál es la situación de la cartera de pedidos en Babcock?

M. B.: Hasta el mornento, la cartera de pedidos de Babcock no es peor que la de otras industrias del sector siderúrgico o del de bienes de equipo, si bien a corto plazo el horizonte es malo. La carga de trabajo en los talleres evidencia ya algunas situaciones de paro, especialmente en bienes de equipo, con tendencia a acentuarse en los próximos meses. El tema está siendo objeto, de negociación con el personal, en estos momentos, con el doble objetivo de reducir los insoportables costos que ello produce, con el mínimo perjuicio para el personal.

EL PAIS: ¿Cómo ve el futuro de la empresa?

M. B.: Como he dicho antes, el doble propósito del plan que se está intentando llevar a buen fin a marchas forzadas, proporcionará a la empresa, a nuestro juicio, unos recursos financieros adecuados a las necesidades de su actividad y una rentabilidad. suficiente para una prudente política de dividendos y reservas.

Además, permitirá preservar la mayor parte de los puestos de trabajo y un patrimonio productivo y tecnológico acumulados a lo largo de muchos años de esfuerzo.

Por último, una empresa como Babcock proporciona actividad a un gran número de industrias relacionadas con nosotros como proveedores, subcontratistas, asociados,etcétera, que también cuentan muchísimo en los órdenes, social y económico. Todo lo cual hace obligado, al mismo tiempo que sumamente atractivo, el empeño de sacar adelante a la Babcock, como Vemos que puede lograrse con el plan de ejecución y justifica una solidaridad en el esfuerzo, durante esta etapa de transición, que apreciamos y agradecemos en todo su valor.

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