Tribuna:

Se frena la caída

La semana anterior terminábamos nuestro comentario-resumen diciendo que, pese a todo lo oscuro del panorama, no había que desesperar. Pues bien, el martes se recogía papel el miércoles se equilibraba el mercado y el jueves ya pegaba un bote pronto totalmente exagerado, que no pudo, lógicamente, continuar el viernes. Esto (esta especulación de dos días) es exactamente lo que no debiera ocurrir, sobre todo cuando está más que probado que no hay un fondo, una base para ello.Si la función más decisiva de la Bolsa es, como dice Núñez Lagos, servir de núcleo para la formación de estados de opinión, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La semana anterior terminábamos nuestro comentario-resumen diciendo que, pese a todo lo oscuro del panorama, no había que desesperar. Pues bien, el martes se recogía papel el miércoles se equilibraba el mercado y el jueves ya pegaba un bote pronto totalmente exagerado, que no pudo, lógicamente, continuar el viernes. Esto (esta especulación de dos días) es exactamente lo que no debiera ocurrir, sobre todo cuando está más que probado que no hay un fondo, una base para ello.Si la función más decisiva de la Bolsa es, como dice Núñez Lagos, servir de núcleo para la formación de estados de opinión, es innegable que lo que se cotizan son las expectativas. Expectativas políticas y económicas. Si las primeras parecen encarriladas por la senda irreversible de la democracia y las segundas no están descuidadas por el competente equipo económico actual, ¿por qué al menos no se estabiliza el mercado de capitales? Dos razones de fondo podrían, quizá, dar la clave a este interrogante. La primera, política, que podría llamarse la nostalgia del pasado, y la segunda, económica- bursátil, el recuerdo de unos tiempos donde la especulación y lo antisocial campaban por la Bolsa, que tampoco es de prever vuelvan. Factores que, por supuesto, van entrelazados. La tanda se liquida con un saldo intrasemanal mínimamente negativo (- 0,38%), que no es poco, después de una caída que parecía imparable. Ahora se trata de que entre todos, desde la comisión oficial que ya funciona, y los que verdaderamente creen en una Bolsa nueva, se planteen acertadamente las bases en función de las nuevas coordenadas socio-económicas del país.

Archivado En