VIVIENDA

La señora Fernández, madre de familia numerosa, que ocupa una vivienda en la calle de Hermanos García Noblejas, 71, consultó ayer a EL PAIS si podía abrir la puerta de uno de los cuatro pisos que en el mismo inmueble permanecen vacíos, al objeto de albergar a parte de sus nueve hijos que viven, comen y duermen en completo hacinamiento, dadas las reducidas dimensiones de la vivienda. Lo que motovó esta iniciativa fue el inminente alumbramiento, por parte de su hija de un nuevo nieto....

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La señora Fernández, madre de familia numerosa, que ocupa una vivienda en la calle de Hermanos García Noblejas, 71, consultó ayer a EL PAIS si podía abrir la puerta de uno de los cuatro pisos que en el mismo inmueble permanecen vacíos, al objeto de albergar a parte de sus nueve hijos que viven, comen y duermen en completo hacinamiento, dadas las reducidas dimensiones de la vivienda. Lo que motovó esta iniciativa fue el inminente alumbramiento, por parte de su hija de un nuevo nieto.

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