Tribuna:

Mínima de los últimos treinta años

El mercado bursátil va empeorando día a día por la acumulación de las órdenes vendedoras, que lógicamente se centran en los valores punteros, ya que son los que ofrecen una mayor liquidez en estos tiempos de crisis. Lo malo es que este comportamiento obliga a unos goteos cotidianos en las cotizaciones, perdiendo dichos títulos cotas que parecían intocables.La Bolsa madrileña no sólo alcanzó ayer un nuevo mínimo del año, sino que también la mínima mayor de los últimos treinta años. En otras palabras, el índice general no había oscilado tanto a la baja, dentro de un ejercicio, desde 1948 (el ant...

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El mercado bursátil va empeorando día a día por la acumulación de las órdenes vendedoras, que lógicamente se centran en los valores punteros, ya que son los que ofrecen una mayor liquidez en estos tiempos de crisis. Lo malo es que este comportamiento obliga a unos goteos cotidianos en las cotizaciones, perdiendo dichos títulos cotas que parecían intocables.La Bolsa madrileña no sólo alcanzó ayer un nuevo mínimo del año, sino que también la mínima mayor de los últimos treinta años. En otras palabras, el índice general no había oscilado tanto a la baja, dentro de un ejercicio, desde 1948 (el anterior mínimo se dio el 30 de diciembre de 1976, a 71,44).

Ante la afluencia de papel, no sabemos si por conocerse la tasa del coste de la vida en julio, los bancos intentaron una maniobra que no suele dar resultado y es la de no operar e, incluso, ni marcar posición papel como han hecho los grandes (Central, Bilbao. Hispano, Banesto, Santander...). Esto ha significado que ayer el departamento bancario solo operara por 2,2 millones de pesetas nominales (gracias al Popular y al Exterior). descendiendo fuertemente el volumen general contratado.

En eléctricas también el negocio fue escaso, lo que no impidió pequeños retrocesos de los cambios. La excepción, Hidrola, más resistente.

En construcción se notó mucho el papel, y Dragados, sobre la que corren rumores sobre su falta de liquidez, dejaba nueve enteros, perdiendo la cota trescientos.

Los sectores industriales, químicas y siderúrgicas contrataron poco y también a la baja.

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