Tribuna:

Duros quebrantos

Los índices generales de las tres Bolsas españolas han vuelto a marcar nuevos niveles mínimos del año, a consecuencia de unos fuertes y generales descensos experimentados por la mayoría de los valores.La baja progresiva, y casi diríamos que violenta -en particular el viernes-, de esos índices resulta más significativa cuando se produce con unos volúmenes de contratación pequeños, que se están acercando a los mínimos habidos en las sesiones de finales de julio, cuando la mala acogida de los medios financieros a las medidas urgentes de reforma fiscal.

Nota distintiva de la actual caída es...

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Los índices generales de las tres Bolsas españolas han vuelto a marcar nuevos niveles mínimos del año, a consecuencia de unos fuertes y generales descensos experimentados por la mayoría de los valores.La baja progresiva, y casi diríamos que violenta -en particular el viernes-, de esos índices resulta más significativa cuando se produce con unos volúmenes de contratación pequeños, que se están acercando a los mínimos habidos en las sesiones de finales de julio, cuando la mala acogida de los medios financieros a las medidas urgentes de reforma fiscal.

Nota distintiva de la actual caída es la escasa defensa que algunos títulos punteros o de mayor ponderación en el mercado tienen por parte de sus propios mentores, máxime en circunstancias en las que la oferta no era superior a cien o doscientas acciones, en un comportamiento notable y sospechosamente contrario al habitual.

Después del cierre pesimista del viernes la única esperanza inmediata es la posibilidad de que se produzca una reacción técnica, si tenemos en cuenta que se han rebajado los cambios de los primeros días de agosto.

Los descensos más notables en la semana se han producido en los grupos de bancos, construcción y químicas, algunos de cuyos valores han registrado bajas de veinte y treinta puntos y rebajado cotas que hacia años no habían perdido.

En conjunto, pues, tanda en la que una pequeña, pero pertinaz, oferta ha logrado situar al mercado en una posición sumamente delicada para que siga funcionando como tal y, sobre todo, como fuente de financiación de las empresas.

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