Retrocede nuevamente la evolución industrial

La evolución de la coyuntura industrial del país -excluida la construcción- ha dado muestras de un nuevo retroceso durante el pasado mes de julio, según el Indice Bancaya de expectativas empresariales.La demanda de nuevos pedidos ha experimentado un descenso aún más acusado que en meses anteriores, y es probable que la contracción sea el signo característico hasta pasado el verano. Los sectores que más decididamente han visto disminuir la demanda, han sido la energía y gas, y las industrias textiles.

El problema de los stocks de productos terminados y no vendidos, se ha atenuado ...

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La evolución de la coyuntura industrial del país -excluida la construcción- ha dado muestras de un nuevo retroceso durante el pasado mes de julio, según el Indice Bancaya de expectativas empresariales.La demanda de nuevos pedidos ha experimentado un descenso aún más acusado que en meses anteriores, y es probable que la contracción sea el signo característico hasta pasado el verano. Los sectores que más decididamente han visto disminuir la demanda, han sido la energía y gas, y las industrias textiles.

El problema de los stocks de productos terminados y no vendidos, se ha atenuado ligeramente a pesar del debilitamiento de la demanda, debido al menor ritmo de producción de las empresas en estos meses estivales.

El índice sobre la evolución, prevista del negocio en los próximos seis meses, continúa evolucionando desfavorablemente en todos los grupos de bienes, destacando por su mayor pesimismo la construcción de material de transporte, la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón y las industrias textiles.

En consonancia con dichas perspectivas, los empresarios encuestados prevén una Inversión menor para los próximos seis meses, en todos los sectores.

El recrudecimiento de las tensiones inflacionistas mantiene elevado el índice sobre la demanda crediticia, aunque se detecta un ligero descenso en el ritmo de crecimiento. De cualquier modo, si la nueva política monetaria anunciada por el Gobierno, cuyo objetivo es la desaceleración del crecimiento de las tasas monetarias, no se realiza de manera prudente y gradual, puede incrementar aún más las tensiones de liquidez, creando graves problemas financieros a las empresas.

Unicamente, las operaciones exteriores, favorecidas por la devaluación, se desenvuelven dentro de tinas coordenadas favorables.

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