Cartas al director

Confabulación contra el PSP

Al parecer, existe unaciierta confabulación en el seno de las Cortes, para eliminar del juego político a las minorías,- en general, y al PSP, en particular.En el caso del PSP, resulta muy sospechosa esa actitud, ya que tratándose de un partido que sólo cuenta con seis diputados, no pueden ser justificados los ataques contra él si no es á causa de'su ideología, y si empezamos a discriminar, en el seno del propio Parlamento que se dice democrático, a ideologías del signo que sea, es que algo huele a puchero enfermo en esas Cortes.

Lo más lamentable es que esa confabulación esté capitanead...

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Al parecer, existe unaciierta confabulación en el seno de las Cortes, para eliminar del juego político a las minorías,- en general, y al PSP, en particular.En el caso del PSP, resulta muy sospechosa esa actitud, ya que tratándose de un partido que sólo cuenta con seis diputados, no pueden ser justificados los ataques contra él si no es á causa de'su ideología, y si empezamos a discriminar, en el seno del propio Parlamento que se dice democrático, a ideologías del signo que sea, es que algo huele a puchero enfermo en esas Cortes.

Lo más lamentable es que esa confabulación esté capitaneada por el PSOE, un partido que no escatimó medios electorales para proclamar su apoyo incondicional a todas las minorías, y que ahora, con su proceder, emborrachado por la euforia de su triunfo electoral, se cree con derecho a exigir la claudicación sin condiciones a los demás grupos, reconociendo así la falta de fuerza de sus argumentos para convencer por la dialéctica, desde el momento que tiene que recurrir al argumento de la fuerza.

Pero una cosa es innegable: 800.000 españoles sí han encontrado suficientes diferencias de matiz, para preferir votar al PSP y ñq al PSOE, entre otras razones, porque no está muy clara la afiliación política del PSOE, mucho más cerca de la socialdemocracia que del socialismo a secas. Y si es sincero, al decir que desea la unidad sociaEsta, debe reconocer que esa unidad no podrá lograrse nunca pretendiendo imponer la ley del más fuerte, ni ahogando por la fuerza las voces de quienes piensan de otro modo.

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