Austeridad
En la edición de EL PAIS del 2 de agosto se publica una noticia respecto a las posibles subidas de sueldo a los señores parlamentarios que alcanzarían las cotas de 80.000 pesetas al mes, para los residentes en Madrid, y de 105.000 pesetas al mes, para los de provincias.Dada la necesidad que España tiene de un amplio cambio socio-económico, necesidad reconocida por la mayoría de los españoles y de los partidos políticos, he estimado oportuno manifestar las siguientes consideraciones:U> La situación económica actual exige austeridad (limitación de las importaciones e incremento de las exportacio...
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En la edición de EL PAIS del 2 de agosto se publica una noticia respecto a las posibles subidas de sueldo a los señores parlamentarios que alcanzarían las cotas de 80.000 pesetas al mes, para los residentes en Madrid, y de 105.000 pesetas al mes, para los de provincias.Dada la necesidad que España tiene de un amplio cambio socio-económico, necesidad reconocida por la mayoría de los españoles y de los partidos políticos, he estimado oportuno manifestar las siguientes consideraciones:U> La situación económica actual exige austeridad (limitación de las importaciones e incremento de las exportaciones) a fin de reducir el grave desequilibrio de la blalanza de pagos, que amenaza conducirnos a la bancarrota, bloqueando así las importaciones imprescindibles para nuestra producción y desarrollo económico.
Exige también austeridad a fin de aumentar e intensificar, de forma no inflacionaria, las inversiones necesarias para generar empleo para los 800.000 parados actuales y para elevar el nivel de vida.
2.' Los datos de la renta nacional del pasado año arrojan un cociente por persona activa en torno a las 27.000 pesetas al mes (doce pagas).
3.' Probablemente, una mayoría de los señores congresistas estén dejando de ganar, al dedicarse íntegramente a su función parlamentaria, cantidades incluso superiores a las que ahora se proponen como nuevos sueldos, pero tampoco se puede olvidar que la función política pretende o debe pretender modelar las actitudes de toda la sociedad hacia formas de comportamiento más armónicas y solidarias, y que esta finalidad debe primar sobre los intereses personales del hombre político.
En la situación actual, y ante las consideraciones señaladas en los puntos uno y dos, parece absolutamente necesario que los señores parlamentarios ofrezcan una postura testimonial, haciendo suyas esas recomendaciones, de austeridad cuya urgencia y necesidad manifiesta objetivamente la situación económica.
España puede y debe, en contra de los pronósticos del Wall Street Journal, ser diferente en el sentido de ser capaz de superar la crisis y de construir una nueva sociedad solidaria.
Pero ello depende, en gran medida, del ejemplo que las Cortes ylos hombres políticos sean capaces de dar a todos los españoles y a todos los trabajadores, empresarios y asalariados, del país.
4. Y, por último, recordar dos noticias publicadas en este mismo diario, en días anteriores, procedentes de un país europeo:
a) Día 6 de julio: El primer ministro derrota en el Parlamento una moción que pedía la reducción de su salario de 2.500.000 pesetas a 1.250.000 pesetas anuales.
b) Día 7 de julio: Los sindicatos se pronuncian en contra de la continuidad del pacto social y del control de aumentos salariales.