Embellecimiento de fachadas
Se habla y se escribe mucho sobre la limpieza y embellecimiento de fachadas, pero positivamente nadie se atreve a coger la brocha y empezar a dar ejemplo.Han pasado las elecciones y nuestro país sigue recibiendo cantidades ingentes de turistas, afortunados por la lotería del tiempo, ya que este verano devaluado les favorece el presupuesto, pero ¿qué pasa con nuestros pueblos y ciudades? ¿Deben contemplarse todavía sucios?.
Son muchos los millones de personas que nos visitan, que nos observan, que contemplan nuestra transformación, y no podemos defraudarles, ni a ellos, ni a nosotros mis...
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Se habla y se escribe mucho sobre la limpieza y embellecimiento de fachadas, pero positivamente nadie se atreve a coger la brocha y empezar a dar ejemplo.Han pasado las elecciones y nuestro país sigue recibiendo cantidades ingentes de turistas, afortunados por la lotería del tiempo, ya que este verano devaluado les favorece el presupuesto, pero ¿qué pasa con nuestros pueblos y ciudades? ¿Deben contemplarse todavía sucios?.
Son muchos los millones de personas que nos visitan, que nos observan, que contemplan nuestra transformación, y no podemos defraudarles, ni a ellos, ni a nosotros mismos.
Hemos dado un ejemplo a Europa y al mundo entero de nuestra sobriedad política, y ahora que todos nos sentimos más europeos que nadie, ¿qué pensamos para seguir siéndolo?, ¿dejar que las paredes se embadurnen de pasquines y que el spray vuelva a recordarnos que somos un famélico país, resignado y descontento?
Se necesita concienciar a la opinión pública y administrativa, a los medios de comunicación social, ya no con aquella vieja leyenda de «mantenga limpia España", cuyo fin era utilizar las papeleras, ahora necesitamos añadir «embellezcamos la ciudad, limpia tus fachadas y hazlas pintar».