Empeoran las perspectivas de la economía inglesa

La crisis económica que padece Gran Bretaña se intensificará este verano. Las últimas cifras de desempleados indican que el pasado mes, más de 100.000 británicos, en su mayoría jóvenes que dejan la escuela, se encontraron sin trabajo. Con los que ya vivían de la Seguridad Social, suman cerca de un 1.300.000 los desempleados del Reino Unido. El porcentaje global es del 5,6% de la población. En Irlanda del Norte se duplica esta cifra. La gravedad del problema se conjuga con la existencia de una inflación que parece irreprimible. El miércoles, después de doce horas de debate, el Gobierno segu...

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La crisis económica que padece Gran Bretaña se intensificará este verano. Las últimas cifras de desempleados indican que el pasado mes, más de 100.000 británicos, en su mayoría jóvenes que dejan la escuela, se encontraron sin trabajo. Con los que ya vivían de la Seguridad Social, suman cerca de un 1.300.000 los desempleados del Reino Unido. El porcentaje global es del 5,6% de la población. En Irlanda del Norte se duplica esta cifra. La gravedad del problema se conjuga con la existencia de una inflación que parece irreprimible. El miércoles, después de doce horas de debate, el Gobierno seguía pidiendo en el Parlamento, poderes especiales para congelar los precios de determinados productos, al menos durante un año, con objeto de reducir la presente tasa inflacionaria.Los laboristas reaccionan ante la crisis como es tradicional en sus filas. Los parlamentarios ya han escuchado la advertencia del primer ministro, acerca de los peligros que una rebelión izquierdista traería consigo. La amenaza de las elecciones generales, que de ser convocadas ahora, provocarian un triunfo conservador, ha contribuido a unir momentáneamente al partido que está en el Poder.

Los sindicatos han respondido con el mismo sentido de lealtad que le deben al liderazgo laborista. En la primera de una serie de entrevistas con el ministro de Hacienda, para fijar los supuestos de la renovación del contrato social, los líderes sindicales han mostrado su apoyo a alguna forma de control de sueldos, a pesar de la oposición de amplios sectores de la base, que no quieren un tercer año de sacrificios salariales.

Con las garantías que parece haberle dado su partido, con respecto al comportamiento parlamentario y con la simpatía que ha conseguido en el sector sindical, hacia el programa económico de su Gobierno, el primer ministro Callaghan se reunirá con el Gabinete el próximo fin de semana para trazar un plan político para la próxima sesión parlamentaria.

En esa sesión, que será abierta por la reina, en otoño, figurará, finalmente, la ley de autonomías para Escocia y Gales.

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