Reportaje indelicado

El motivo de la presente es el artículo publicado en EL PAIS SEMANAL el 19 del VI del 77, titulado Un día en la vida del Papa, redactado por Curtis Bill Pepper.El mencionado artículo me parece correcto, sobrio e interesante, pero contiene algunas expresiones que sin ser, quizá, irreverentes, denotan falta de delicadeza y de respeto hacia un hombre que es, como el mismo autor dice, el vicario de Cristo y padre espiritual de setecientos millones de católicos.

Me refiero, entre otras, a la frase. «En su sencilla cama no es más que un ancianito en camisón de dormir», o refiriéndose a...

El motivo de la presente es el artículo publicado en EL PAIS SEMANAL el 19 del VI del 77, titulado Un día en la vida del Papa, redactado por Curtis Bill Pepper.El mencionado artículo me parece correcto, sobrio e interesante, pero contiene algunas expresiones que sin ser, quizá, irreverentes, denotan falta de delicadeza y de respeto hacia un hombre que es, como el mismo autor dice, el vicario de Cristo y padre espiritual de setecientos millones de católicos.

Me refiero, entre otras, a la frase. «En su sencilla cama no es más que un ancianito en camisón de dormir», o refiriéndose al padre Maghee, decir que es «un recién llegado al establishment papal», y después el llamarle reiteradamente Pablo («...después, Pablo abandona el despacho ... »), como si de amigo de la infancia se tratase. Por último, otio detalle que se podría haber omitido, y que en mi opinión no viene a cuento de nada -a no ser que tenga un significado por mí desconocido- es la portada. Entiendo que si en una revista política se escribe un artículo sobre el presidente Carter (por ejemplo), la portada más idónea no sea quizá presentarnos al presidente Carter en la ducha, o comiendo un bocadillo. Supongo que el ejemplo se entiende.

Así, pues, como he dicho antes, el artículo quizá no contiene explícitamente nada malo, pero el contenido de fondo y algunas expresiones pueden resultar molestos para losb que creemos en el Papa y le veneramos.