Tribuna:

"Municipios revolucionados"

Miljanic y Luis siguen en sus puestos. Así pues, salvo la Copa -pero descentralizada totalmente- y algún que otro fichaje en el que los millones saldrán casi siempre del pasivo más dramático, sólo la asamblea general de julio pondrá ya de actualidad en los próximos días el agitado fútbol de esta temporada que finaliza.Quizá por ello, porque las noticias son ya al margen de los puntos y de las primas, se piense en el futuro más lejano. La confirmación hace bien poco tiempo de que diecisiete ciudades españolas tienen aún posibilidades de ser sedes del Mundial de 1982 ha revolucionado hasta las m...

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Miljanic y Luis siguen en sus puestos. Así pues, salvo la Copa -pero descentralizada totalmente- y algún que otro fichaje en el que los millones saldrán casi siempre del pasivo más dramático, sólo la asamblea general de julio pondrá ya de actualidad en los próximos días el agitado fútbol de esta temporada que finaliza.Quizá por ello, porque las noticias son ya al margen de los puntos y de las primas, se piense en el futuro más lejano. La confirmación hace bien poco tiempo de que diecisiete ciudades españolas tienen aún posibilidades de ser sedes del Mundial de 1982 ha revolucionado hasta las mentes municipales.

Y decimos «revolucionado» porque algunos ni se habían ocupado del fútbol -ya no mencionamos el resto de deportes- hasta esta oportunidad. Si lo habían tenido en cuenta era por aquello de que una ciudad en este país con equipo de fútbol en Primera División es «más» ciudad.

Pero, desde luego, lo que menos se habían preocupado hasta ahora era de fomentar el deporte en los barrios y hacer unas instalaciones adecuadas a nivel popular, bastante más importantes básicamente para la salud física de sus conciudadanos.

En Madrid se habla de un rimbombante estadio comunal y Santiago Bernabéu ya ha dicho que no. El tema, claro, debía de haberse pensado antes de ' tener tres campos, que no se juntan en uno tan fácilmente. Sin ir más lejos, ¿quién pagaría indemnizaciones y su construcción?

En Vigo, nada más remozar el césped de Balaídos, su alcalde habla ya de otro campo para «su» supuesto Mundial-82. Más millones, pues.

Mejor se gastarían, tanto en Madrid como en Vigo -y son sólo dos ejemplos-, en hacer instalaciones populares o unas buenas pistas de atletismo. Vallehermoso ya es viejo y Balaídos perdió con el nuevo césped la única pista que había de cuatrocientos metros en toda la ciudad gallega.

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