Matan a un vigilante en un atraco en plena calle

Un vigilante jurado muerto y medio millón de pesetas robado fue el resultado de un atraco cometido en plena calle sobre las 11.15 de la mañana de ayer. El vigilante, Santiago Sánchez Mesas, de 45 años, falleció, según los testigos, de un disparo en la espalda cuando acompañaba a uno de los botones del Banco Pastor, donde trabajaba. El atraco se cometió cuando ambos empleados llevaban medio millón de pesetas al Instituto Nacional de Previsión de la calle Juan de Vera, 4. Fue en el momento de entrar en el portal cuando tres jóvenes, uno de ellos armado con una pistola, asaltaron al vigilante y e...

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Un vigilante jurado muerto y medio millón de pesetas robado fue el resultado de un atraco cometido en plena calle sobre las 11.15 de la mañana de ayer. El vigilante, Santiago Sánchez Mesas, de 45 años, falleció, según los testigos, de un disparo en la espalda cuando acompañaba a uno de los botones del Banco Pastor, donde trabajaba. El atraco se cometió cuando ambos empleados llevaban medio millón de pesetas al Instituto Nacional de Previsión de la calle Juan de Vera, 4. Fue en el momento de entrar en el portal cuando tres jóvenes, uno de ellos armado con una pistola, asaltaron al vigilante y el botones, Pedro Luis López, de dieciocho años.Las versiones obtenidas de los testigos son poco concretas sobre las características de los jóvenes, quienes al parecer esperaban el dinero. Mientras uno de los asaltantes disparaba por la espalda contra el vigilante, los otros dos arrebataron la cartera en la que el botones llevaba el medio millón de Pesetas.

Al oír el disparo, algunos transeúntes y vecinos observaron cómo el vigilante caía mortalmente herido en tanto los tres jóvenes se introducían en un Seat 1.430, del que incluso pudieron tomar la matrícula antes de que se diera a la fuga.

Trasladado el vigilante urgentemente a la Residencia Sanitaria Primero de Octubre, los médicos no pudieron hacer nada, ya que ingresó cadáver.

Posteriormente, el automóvil usado en el atraco fue hallado por la policía en la esquina de las calles Vara del Rey y Ramírez de Prado. Al parecer, los atracadores habían colocado en el automóvil matrículas falsas.

El vigilante muerto, casado y con dos hijos, uno de ellos empleado del mismo banco y el otro de once años de edad, trabajaba desde hacía unos quince años en la entidad bancaria citada y vivía en una de las parcelas del Gran San Blas.

El fallecido es el primer vigilante muerto este año en Madrid, ciudad en la que el pasado año murieron otros tres vigilantes jurados, dos resultaron con contusiones y otro fue herido de bala.

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