Sólo frenando la inflación mejorarán las expectativas inversoras

Prioridad absoluta a la lucha contra la inflación, como único medio de reactivar el mercado inversor, fue el criterio sustentado ayer por Jaime Carvajal, consejero-director general del Banco Urquijo, ante el millar de accionistas presentes en la junta general. Igualmente, Jaime Carvajal se mostró partidario de una progresiva liberalización de los tipos de interés, como único modo de poner fin a las prácticas artificiales -extratipos- que perjudican el funciomamiento y la imagen de la banca.

En su intervención, el director general mostró especial preocupación por la inflación que padece ...

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Prioridad absoluta a la lucha contra la inflación, como único medio de reactivar el mercado inversor, fue el criterio sustentado ayer por Jaime Carvajal, consejero-director general del Banco Urquijo, ante el millar de accionistas presentes en la junta general. Igualmente, Jaime Carvajal se mostró partidario de una progresiva liberalización de los tipos de interés, como único modo de poner fin a las prácticas artificiales -extratipos- que perjudican el funciomamiento y la imagen de la banca.

En su intervención, el director general mostró especial preocupación por la inflación que padece la economía española, y afirmó que de nada sirven las medidas que se adopten para estimular fiscalmente la inversión, ,dada la situación actual de la Bolsa, ni tampoco las que pretenden agilizar los mecanismos del mercado. Jaime Carvajal señaló también que sólo si mejoran las perspectivas económicas, especialmente en el aspecto inflacionario, y se produce una recuperación en la rentabilidad industrial, que permita retribuir adecuadamente a los accionistas, podrá evolucionar favorablemente la Bolsa. Otra cosa -afirmó- es perder el tiempo.

Acciones inmediatas

Entre las acciones inmediatas para intentar frenar la inflación, primer paso imprescindible para solucionar los restantes problemas de la economía, el director general del banco citó: la reducción progresiva del déficit fiscal -sin disminuir el gasto público, ya que su componente inversor debe incrementarse-; una moderación en el crecimiento de las rentas; una política monetaria austera, que debe ir unida a la progresiva liberalízación de los tipos de interés; y, finalmente, la liberalización de las normas laborales y política de precios, descargándolas del fuerte intervencionismo por parte deja Administración que las afecta.

Elecciones

Otro párrafo de la intervención de Jaime Carvajal se refirió a las próximas elecciones, tras las que resulta imprescindible se ponga fin al período de provisionalidad y quede configurado un Gobierno representativo, con la necesaria autoridad para abordar los graves problemas que el país tiene planteados, y que no solamente son constitucionales. Posteriormente, el presidente del banco, Juan Lladó, pediría también orden y paz al Gabinete poselectoral.

Ejercicio 1976

Finalmente, el director general del Banco Urquijo dedicó una parte importante de su intervención a analizar el ejercicio pasado. La característica esencial del año 1976 fue la competencia en. la captación de recursos, que alcanzó cotas muy altas, como consecuencia del extraordinario esfuerzo realizado por la banca para hacer frente a las necesidades de financiación de su clientela; demanda que sólo en algunos casos tenía como fin la realización de nuevas inversiones. Otro aspecto importante del pasado ejercicio fue la mayor moderación en la apertura de sucursales, ya que mientras en 1975 se alcanzó una media de 162 nuevas oficinas al mes, el pasado año sólo se produjeron 128 aperturas mensuales.Junto a la política restrictiva en el aspecto interno, destaca la importancia alcanzada por la expansión internacional. Los ingresos netos en el sector alcanzaron, por primera vez, los mil millones de pesetas, duplicando los del ejercicio precedente. Dentro de este criterio expansivo en la dimensión internacional, hay que destacar la apertura de oficinas de representación en Teherán y Francfort.

En cuanto a los resultados propios del ejercicio, hay que destacar que el beneficio neto -anterior al pago de impuestos- alcanzó los 3.194 millones de pesetas, con un incremento del 31 % sobre la cifra obtenida en 1975. Los beneficios finales, tras el abono de impuestos, quedan situados en 2.359 millones de pesetas. El director general de la entidad puso especial énfasis en recalcar, la importancia de estos resultados, si se tiene en cuenta que sólo los gastos de personal se elevaron un 30%.

Otros datos del balance del banco fueron examinados, igualmente, por Jaime Carvajal. Las plusvalías netas fueron de 149 millones, frente a los 346 del año anterior. Los ingresos por dividendos se incrementaron un 20 % con respecto a 1975, incremento similar presenta la cartera, que aumenta casi 3.000 millones de pesetas, como resultado de las nuevas participaciones adquiridas y del apoyo prestado a las ampliaciones de las empresas que la componen.

Por su parte, el presidente de la entidad, Juan Lladó, anunció que durante el presente año se procederá a una ampliación de capital gratuita.

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