Los novilleros podrían torear por los gastos

La cuestión de los honorarios de los novilleros se debate estos días en el sindicato, entre la representación de estos toreros y la de los empresarios. El criterio empresariles que no se les puede garantizar otra cosa que los gastos, pues, en su opinión, las novilladas no son rentables.Los novilleros aspiran a que se añada al importe de los gastos una prima, con el fin de que les quede algún beneficio, siquiera sea para comer unos días. Pero hay pocas esperanzas de que lo consigan. El razonamiento de los empresarios es este: si se incrementan los costes de estos espectáculos, será imposible ce...

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La cuestión de los honorarios de los novilleros se debate estos días en el sindicato, entre la representación de estos toreros y la de los empresarios. El criterio empresariles que no se les puede garantizar otra cosa que los gastos, pues, en su opinión, las novilladas no son rentables.Los novilleros aspiran a que se añada al importe de los gastos una prima, con el fin de que les quede algún beneficio, siquiera sea para comer unos días. Pero hay pocas esperanzas de que lo consigan. El razonamiento de los empresarios es este: si se incrementan los costes de estos espectáculos, será imposible celebrarlos, y, en consecuencia, resultaría. abortado de raíz el supremo deseo de los novilleros que es, simplemente, poder torear, tener buenas posibilidades para aprender a fondo su oficio y darse a conocer. Junto a estos planteamientos está la realidad del túnel; es decir, la corruptela que consiste en que las empresas paguen, bajo mano, cantidades inferiores a los mínimos establecidos. Los novilleros no se recatan en manifestar que ese túnel es práctica habitual y no sólo por parte de los modestos empresarios, sino también de los más poderosos, a excepción de la empresa de Madrid, en los festejos que monta en la plaza de las Ventas. Y esto trasciende a la negociación, puesto que carecen de fuerza moral para batallar por unas mejoras salariales que prevén no se van a satisfacer en la práctica.

Quisieran, asimismo, los novilleros que los mínimos salariales que se acuerden sean incorporados a la ordenanza laboral, a lo que tampoco están muy dispuestos los empresarios, al parecer. Y, por otra Darte, que éstos se comprometan a incluir una novillada cada cuatro corridas de toros de las que se programen para las ferias. Las empresas tampoco acceden a esta petición, pues estiman que coartaría su libertad de contratación, si bien han manifestado que harán cuanto sea posible para que, a partir de ahora, puedan montarse más festejos de este tipo.

La representación de la empresa de Madrid, en el curso de las negociaciones, apoyó aquella manifestación de propósitos, y como ejemplo adujo el abono de las corridas falleras de Valencia, que este año tendrá dos novilladas, en lugar de una, y cuatro corridas de toros, en lugar de cinco. Y es cierto, pero lo que no explicó es que si no se dan cinco corridas de toros es porque no encontraron en el campo reses adecuadas.

Por parte empresarial asisten a las reuniones, entre otros: Pedro Balañá, Manuel Chopera, José Barceló, Agustín García Calleja, Cañitas Máximo Robledo, Felicísimo Tejedor y Molina. Y por parte de los novilleros: Gerardo Roa, Marciel, Julián de Mata, Antonio Andrés, José Lara, José Beamonte, Paco Robles, Pedro Giraldo y El Califa.

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