Siguen las críticas al plan de ordenación territorial de Galicia

La proyectada aplicación de un Plan Director Territorial de Ordenación de Galicia alcanza durante estos días sus más acentuadas cotas de polémica. Por un lado, sus promotores parecen cada vez más dispuestos a acometerlo inmediatamente, y por otro, la oposición al plan, tal como ha sido concebido, se intensifica cada vez más.El director general de Urbanismo, señor Espinet Chancho, impulsó la puesta en marcha de este plan a raíz de su reciente visita a Santiago. En la reunión que mantuvo con los gobernadores y presidentes de las diputaciones de Galicia se acordó crear doce grupos de trabajo ...

La proyectada aplicación de un Plan Director Territorial de Ordenación de Galicia alcanza durante estos días sus más acentuadas cotas de polémica. Por un lado, sus promotores parecen cada vez más dispuestos a acometerlo inmediatamente, y por otro, la oposición al plan, tal como ha sido concebido, se intensifica cada vez más.El director general de Urbanismo, señor Espinet Chancho, impulsó la puesta en marcha de este plan a raíz de su reciente visita a Santiago. En la reunión que mantuvo con los gobernadores y presidentes de las diputaciones de Galicia se acordó crear doce grupos de trabajo dentro de la puesta en marcha del plan territorial. Serán comisiones de trabajo que atiendan los estudios económicos y financieros, la producción agraria, los servicios industriales, la energía y la minería, el transporte, el turismo, el abastecimiento y saneamiento, el comercio y la pesca, el bienestar social, el equipamiento rural y urbano, la educación y el patrimonio artístico y la defensa nacional.

Mientras tanto, la oposición al plan se ha hecho sentir nuevamente en una de las escasas ocasiones en que la totalidad de los partidos políticos de la izquierda gallega se muestran de común acuerdo. El comunicado conjunto emitido en el mismo día en que el director general de Urbanismo viajó a Galicia, rechaza de plano la concepción centralista del plan. Trece grupos políticos que van desde la extrema izquierda gallega (la Unión do Pobo Galego) hasta la socialdemocracia (el Partido Galego Socialdemócrata) se pronunciaron contra lo que se considera «utilización del viejo aparato de dominación».

En opinión de las fuerzas políticas que rechazan el plan, la ordenación del territorio gallego debe partir de la realidad de Galicia como nación. Tanto política como técnicamente, sólo un gobierno gallego que actúe en interés de su pueblo es quien puede asumir la elaboración de un plan de estas características.

En términos parecidos de condena, se han pronunciado anteriormente, la mayor parte de los colegios profesionales gallegos y la Asociación de la Prensa de Vigo.