Solucionado el conflicto de Gas Madrid

Ayer, a las once de la noche, se puso fin al conflicto laboral en Gas-Madrid. El jurado de la empresa y el presidente del Sindicato Nacional de Agua, Gas y Electricidad, Arturo Seligrat, se reunieron durante tres horas en la Casa Sindical y llegaron a un acuerdo estableciendo el convenio colectivo. Ayer por la tarde habían sido puestos en libertad los cinco trabajadores de Gas Madrid detenidos el domingo por la mañana en relación con la huelga mantenida por los empleados desde el pasado día 6.

Los trabajadores que han sido puestos en libertad todos ellos, pertenecientes a la comisión ne...

Ayer, a las once de la noche, se puso fin al conflicto laboral en Gas-Madrid. El jurado de la empresa y el presidente del Sindicato Nacional de Agua, Gas y Electricidad, Arturo Seligrat, se reunieron durante tres horas en la Casa Sindical y llegaron a un acuerdo estableciendo el convenio colectivo. Ayer por la tarde habían sido puestos en libertad los cinco trabajadores de Gas Madrid detenidos el domingo por la mañana en relación con la huelga mantenida por los empleados desde el pasado día 6.

Los trabajadores que han sido puestos en libertad todos ellos, pertenecientes a la comisión negociadora del convenio colectivo que actúa de forma simultánea a las actividades del jurado de empresa, son: José Maria Romero. Antonio Mañas. Fernando Alcoceda. María Dolores Gómez y Rafael López.La puesta en libertad de los cinco detenidos se produjo después de que una comisión de trabajadores y familiares se entrevistara con el gobernador civil de Madrid. Juan José Rosón quien les prometió que esa puesta en libertad se produciría en la misma mañana.

Inmediatamente después de ser liberados, los trabajadores se dirigieron a sus respectivos centros de trabajo: dos a Manoteras, dos a Marqués de Cubas y el restante a la fábrica de la Ronda de Toledo.

La liberación de los cinco detenidos había sido puesta por los trabajadores de Gas Madrid como condición indispensable para que pudieran seguir adelante las negociaciones del convenio colectivo. Sin embargo en tanto estas negociaciones se reanuden, después de la puesta en libertad de los detenidos la huelga planteada ha seguido desarrollándose durante todo el día de ayer, afectando a unos sete cientos u ochocientos trabajadores, la casi totalidad de la plantilla, ex cluyendo al turno de producción que continúa su tarea normal, para evitar que se llegue a producir un desabastecimiento deeste fluido en la ciudad.

Este último hecho, el de la norinalidad en el turno de producción, es el que movió a un directivo de Gas Madrid a manifestar a la agencia Cifra que tanto abastecimiento como producción eran normales y no eran de esperar restricciones en los próximos días.

Asimismo, miembros de la dirección informaron a los trabajadores que no existían listas de despidos o sanciones, a consecuencia de la huelga, y les manifestaron su interés y deseo de colaboración en la búsqueda de una solución a este conflicto. Esta actitud parece tranquilizar a los empleados que, durante el pasado lunes, temieron que la empresa tomara represalias contra alguno de los trabajadores, ante lo cual decidieron permanecer unidos en todas las.decísiones tomadas y que se fueran acordando.

Butano

Por su parte, durante todo el día de ayer, continuó la huelga de los repartidores de Butano, en los tres centros de distribución que.hay en Madrid, en apoyo de sus reivindicaciones laborales, fundamentalmente de tipo económico.Butano, SA, se ha ofrecidó a los trabajadores para mediar entre ellos y los distribuidores, siempre y cuando los repartidores, como gesto de buena voluntad, vuelvan al trabajo. Por otra parte, se ha afirmado que las negociaciones se tienen que llevar a cabo directamente entre los repartidores y las empresas distribuídoras, por lo que, en este problema, la empresa central se ha de mantener al margen.

Durante el día de ayer, se repartieron unas 35.000 botellas de gas butano. mientras que lo normal es que el número de ellas, sobre todo en estos días, sea cercano a las 70.000. Los camiones que recorren las calles cargados con botellas de gas se detienen ante la petición de algún usuario y no, como venia siendo normal atendiendo las peticiones de suministro realizadas con anterioridad.