Tribuna:

Adiós a Gisbert

El jugador más controvertido de la historia del tenis español dijo ayer adiós. Un tímido homenaje en el Palau Blau Grana barcelonista ha sido el colofón de la irregular carrera de Juan Gisbert. El hombre que ha sido capaz de ir de lo sublime a lo catastrófico ha abandonado las competiciones oficiales cuando todavía desgraciadamente está en condiciones de ser base del equipo nacional en los partidos de dobles.Juan Gisbert pudo ser titular del equipo de Copa Davis en sus primeros tiempos gracias a que conta ba con el apoyo de Samaranch y el visto bueno de Santana, cosa que no acontecía con Juan ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El jugador más controvertido de la historia del tenis español dijo ayer adiós. Un tímido homenaje en el Palau Blau Grana barcelonista ha sido el colofón de la irregular carrera de Juan Gisbert. El hombre que ha sido capaz de ir de lo sublime a lo catastrófico ha abandonado las competiciones oficiales cuando todavía desgraciadamente está en condiciones de ser base del equipo nacional en los partidos de dobles.Juan Gisbert pudo ser titular del equipo de Copa Davis en sus primeros tiempos gracias a que conta ba con el apoyo de Samaranch y el visto bueno de Santana, cosa que no acontecía con Juan Manuel Couder. Después. con sus sorprendentes actuaciones fue seguro en las formaciones oficiales para ocupárel numero dos.

Gisbert fue capaz de batir a Ralston en aquella memorable semifinal de 1965 frente a Estados Unidos. Gisbert derrotó en Copa Davis a jugadores teóricamente muy superiores. Incomprensiblemente en situaciones cona prometidas, sufrió serios descalabros. La responsabilidad pudo siempre con él.

Gisbert era capaz de ganar cuando la derrota no podía suponer desdoro para él. Gisbert era capaz de perder contra un Pala cuando nadie debía dar dos duros por el checo.

Gisbert ha hecho historia en el tenis español. En lo bueno y en lo malo. Justamente se pidió alguna vez su separación del equipo nacional. También justamente porque era incapaz de vencer a los fantasmas de su cerebro hay que decir que su colaboración fue eficaz. En el adiós no puede faltarle el aplauso.

Archivado En