El plan de autonomía regional sigue dividiendo a los conservadores británicos
Dos miembros escoceses del Gabinete fantasma de Margaret Thatcher han dimitido de sus cargos porque no están de acuerdo con la política oficial conservadora respecto del tema de la devolución parlamentaria para Escocia y Gales. Los dimitidos, Buchanan-Smith y Malcolm Rifkind, son las primeras víctimas torys de un debate que se iniciará el lunes en los Comunes y que dividirá a todos los principales partidos políticos británicos.
La desunión en el Partido Conservador es más dramática, pues, mientras los otros han permitido que sus diputados voten de acuerdo con su conciencia, la líder tor...
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Dos miembros escoceses del Gabinete fantasma de Margaret Thatcher han dimitido de sus cargos porque no están de acuerdo con la política oficial conservadora respecto del tema de la devolución parlamentaria para Escocia y Gales. Los dimitidos, Buchanan-Smith y Malcolm Rifkind, son las primeras víctimas torys de un debate que se iniciará el lunes en los Comunes y que dividirá a todos los principales partidos políticos británicos.
La desunión en el Partido Conservador es más dramática, pues, mientras los otros han permitido que sus diputados voten de acuerdo con su conciencia, la líder tory ha ordenado expresamente a su compañeros que voten en contra, de la propuesta gubernamental.Por esa razón han dimitido Buchanan-Smith y Rifkind, que eran portavoces conservadores para asuntos de Escocia. Los dos apoyan la idea general de la devolución de Poderes, aunque se muestren contrarios a algunas partes del proyecto de ley. Por tanto, han declarado ambos, resulta imposible vota «por principio» en contra de un proyecto de ley que responde básicamente a lo que han venido de mandando desde el propio Partido Conservador.
La política oficial conservadora sobre la devolución de poderes difiere de la del Gobierno en el sentido de que los torys quieren que el Parlamento de Londres siga supervisando la legislación que apruebe la asamblea de Edimburgo. De acuerdo con la propuesta laborista, Londres seguiría teniendo primacía sólo en algunos aspectos de la administración del territorio. Entre ellos, el control de los recursos energéticos, que incluyen el petróleo del Mar del Norte.
Los conservadores que han dimitido consideran que lo que importa en este momento es apoyar la devolución tal y como ha sido presentada para contrarrestar el creciente poderío de los nacionalistas. Esa es también la opinión de Edward Heath.