Comienza la campaña para las elecciones municipales portuguesas

La campaña electoral para las elecciones municipales comenzó ayer sin grandes aspavientos y con políticos desconocidos encabezando las listas electorales. El día 12 los electores deberán votar en una de las cinco listas que se presentan para cubrir los puestos administrativos de los municipios lusitanos. Por el momento no hay alianzas entre los cuatro grandes partidos, aunque los comunistas han formado el Frente Povo Unido, ayudados por el Movimiento Democrático Portugués y el Frente Socialista Popular. Los partidarios de Otelo, que formaron recientemente el Movimiento de Unidad Popular...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La campaña electoral para las elecciones municipales comenzó ayer sin grandes aspavientos y con políticos desconocidos encabezando las listas electorales. El día 12 los electores deberán votar en una de las cinco listas que se presentan para cubrir los puestos administrativos de los municipios lusitanos. Por el momento no hay alianzas entre los cuatro grandes partidos, aunque los comunistas han formado el Frente Povo Unido, ayudados por el Movimiento Democrático Portugués y el Frente Socialista Popular. Los partidarios de Otelo, que formaron recientemente el Movimiento de Unidad Popular presentarán candidatos en las grandes ciudades y en el sur del país, mientras que socialdemócratas y centristas se esfuerzan sobre todo en conseguir la victoria en los distritos situados al norte de Lisboa. Por su lado, los socialistas van a estas elecciones confiando en vencer en las principales ciudades.Los problemas en el seno del Partido Socialista continúan. Cinco militantes de la «comisión de trabajo» han sido apartados temporalmente del partido.

Mientras tanto, el ex ministro Lopes Cardoso mantiene que la única política coherente en el Alenteio sobre la reforma agraria es la que él realizó. «En caso contrario, ha dicho Lopes Gardoso, tendrá que se¡ enviada la Guardia Nacional Republicana.»

Es esto precisamente lo que ha ocurrido con el propietario de la finca Lobata, a quien le ha sido devuelta la propiedad dos años después de haber sido expropiada. La finca, situada en el centro de la «Unidad Colectiva de Producción Margen Esquerda», fue cercada por los trabajadores y la Guardia Nacional Republicana ha tenido que romper el cerco.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En