Más de setecientos árboles, talados en el parque de La Bombilla

«Es absolutamente incierto que la tala de árboles efectuada por el Ayuntamiento de Madrid en el parque de La Bombilla se haya limitado a arbustos de tipo libustrum japónica. Según cálculos aproximados, la tala ha afectado a más de setecientos árboles de varios tipos y gran corpulencia», según una nota enviada a EL PAIS por Fernando Enebral, biólogo, periodista y presidente de la comisión gestora de vecinos de la plaza de la Cancillería.La cantidad de árboles a los que había alcanzado la tala, según el delegado de Saneamiento y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, es de 139 y en es...

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«Es absolutamente incierto que la tala de árboles efectuada por el Ayuntamiento de Madrid en el parque de La Bombilla se haya limitado a arbustos de tipo libustrum japónica. Según cálculos aproximados, la tala ha afectado a más de setecientos árboles de varios tipos y gran corpulencia», según una nota enviada a EL PAIS por Fernando Enebral, biólogo, periodista y presidente de la comisión gestora de vecinos de la plaza de la Cancillería.La cantidad de árboles a los que había alcanzado la tala, según el delegado de Saneamiento y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, es de 139 y en este mismo lugar proyectan plantar 15.000 nuevos árboles.

El señor Enebral afirma también que los alibustres talados constituían sólo las alineaciones del seto que delimitaban los paseos del parque, y que como tal seto, tendrían una altura aproximada de un metro, y en cuanto a los nuevos viveros, afirma que «la explicación de devolver el terreno a viveros no es satisfactoria ni oportuna dado que el micronicho ecológico de la zona inserto en plena ciudad es altamente desfavorable para cultivar en vivero, los cuales serían fácilmente infectados por todo tipo de plagas. Por otra parte, dichos viveros además de ser condenados a una vida muy en precario dentro de la ciudad supondría un efecto benefactor para el castigado medio ambiente urbano más de cien veces menor que la arboleda talada». La afirmación del señor Enebral se basa en el hecho de que un haya de veinticinco metros absorbe al día casi dos kilos y medio de anhídrido carbónico y cerca de dos kilos de oxígeno puro, mientras que un manzano de ocho sólo absorbe cincuenta gramos de anhídrido carbónico, como máximo, al día.

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