Villarreal: nueve concejales, contra el personalismo del alcalde

Nueve concejales del Ayuntamiento de Villarreal han entregado una carta al gobernador civil de la provincia, en la que manifiestan su disconformidad con la labor personalista que al frente de la corporación municipal desarrolla el alcalde Manuel Amorós. Los nueve concejales prefieren abandonar su puesto antes que limitarse a ser simples figuras decorativas.Las disensiones son notorias desde hace un par de años y, finalmente, el conflicto ha salido a la calle de una manera oficial. Los concejales se quejan, entre otras cosas, de la escasez de plenos, así como de la agenda tan recargada que suel...

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Nueve concejales del Ayuntamiento de Villarreal han entregado una carta al gobernador civil de la provincia, en la que manifiestan su disconformidad con la labor personalista que al frente de la corporación municipal desarrolla el alcalde Manuel Amorós. Los nueve concejales prefieren abandonar su puesto antes que limitarse a ser simples figuras decorativas.Las disensiones son notorias desde hace un par de años y, finalmente, el conflicto ha salido a la calle de una manera oficial. Los concejales se quejan, entre otras cosas, de la escasez de plenos, así como de la agenda tan recargada que suelen tener éstos, lo que obliga a pasar por ciertos temas de una manera superficial.

Cuando ya nueve miembros de la corporación de los catorce que la componen habían tomado el acuerdo de visitar al gobernador civil para hacerle entrega de su escrito, en la víspera tuvo lugar un pleno que acabó de manera inesperada. Iba a tratarse el problema del saneamiento de las Alquerías del Niño Perdido, barrio de unos 4.000 habitantes, situado a cuatro kilómetros del casco urbano de Villarreal y unos ochenta vecinos acompañaron a su concejal. El alcalde, señor Amorós, al observar tan numerosa Y poco habitual presencia de conciudadanos, decidió declarar el pleno como reservado.

Ante tan inesperada, decisión, el concejal alqueriense abandonó la sala y, tras él, salieron ocho ediles más, entre ellos un teniente de alcalde.

Entre los 37.000 habitantes de Villarreal la gestión de su alcalde está más que cuestionada.

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