Ventas, el barrio más afectado por los embotellamientos

Los ejes céntricos y los accesos sureste, norte y este d e Madrid fueron las áreas donde los atascos de automóviles alcanzaron mayor densidad a lo largo de la jornada de ayer, a consecuencia de la huelga de la EMT. Especial aglomeración se observó en el barrio de Ventas, que acusó un suplemento de problemas en su circulación rodada, por intensificarse durante estas fechas las visitas de los madrileños al cementerio del Este. Hileras de automóviles alcanzaron longitudes de hasta dos kilómetros en los accesos a la necrópolis.A primeras horas de la mañana un enorme embotellamiento retuvo durante ...

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Los ejes céntricos y los accesos sureste, norte y este d e Madrid fueron las áreas donde los atascos de automóviles alcanzaron mayor densidad a lo largo de la jornada de ayer, a consecuencia de la huelga de la EMT. Especial aglomeración se observó en el barrio de Ventas, que acusó un suplemento de problemas en su circulación rodada, por intensificarse durante estas fechas las visitas de los madrileños al cementerio del Este. Hileras de automóviles alcanzaron longitudes de hasta dos kilómetros en los accesos a la necrópolis.A primeras horas de la mañana un enorme embotellamiento retuvo durante más de una hora a miles de madrileños que intentaban acceder a la capital por el sureste. La calle de Segovia, la plaza Mayor, las zonas aledañas a la Puerta del Sol y Cibeles registraron notables atascos de vehículos, cuyo parque aumentó ayer en Madrid por la ausencia de normalidad en el servicio de automóviles.

Curiosamente espectacular resultó la situación del tráfico rodado desde la calle de María de Molina, por la de Serrano, hasta la puerta de Alcalá, y, a raíz del bloqueo de la circulación -a partir de las doce del mediodía, muchos automovilistas hicieron sonar las bocinas de sus coches; el estruendo resultaba especialmente acusado cuando crecían las demoras en el avance de los autos. En ocasiones, algunos conductores optaron por utilizar los carriles destinados a los autobuses y muy pocas veces se respetaron los semáforos, cuando sus prohibiciones se producían coincidentemente a posibilidades de avance.

A primeras horas de la tarde, frente al portal número sesenta y ocho de la calle de Hortaleza, un autobús de la línea 40, conducido por un soldado y velado por un miembro de la policía armada, arrolló una motocicleta que acababa de ser estacionada por su conductor tras caérsele a éste un paquete. La motocicleta quedó bajo las ruedas del autobús y tuvo que intervenir una grúa para extraer el velomotor. El incidente produjo un bloqueo de tres cuartos de hora en la circulación rodada de la calle de Hortaleza y vías adyacentes. A media tarde, la Policía Municipal desvió hacia el barrio de la Concepción el tráfico de la calle de Alcalá, y la zona de la Cruz de los Caídos y Arturo Soria aparecía igualmente saturada de vehículos. Con frecuencia, trayectos de longitud inferior a un kilómetro comportaron tiempos superiores a una hora para cubrirlos en automóvil. Según informó el gabinete de prensa del Ayuntamiento, durante el día de ayer se reforzaron las líneas de autobuses a los distintos cementerios de la ciudad. Asimismo, el comunicado municipal cifraba en 54 el número de líneas regulares en servicio y de las ochocientas unidades que circularon ayer por la ciudad, 360 las conducen soldados adscritos a la Primera Región Militar, cien conductores de la Guardia Civil y las veinticinco restantes, miembros de los parques automovilísticos de la policía armada. La nota indicó también la contratación de autobuses de empresas privadas.

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