Violencia en la huelga de los autobuses madrileños

Siete trabajadores fueron detenidos ayer durante los enfrentamientos registrados entre la fuerza pública y los huelguistas de la Empresa Municipal de Transportes madrileña, cuyo conflicto está alcanzando unos niveles de violencia desconocidos en Madrid, al menos desde la instauración del franquismo. A la hora de cerrar esta edición todos los indicios hacen suponer que la huelga continuará hoy.

La jornada de ayer estuvo caracterizada, fundamentalmente, por el tono de violencia en que se desarrollaron los encuentros que a lo largo del día se registraron entre huelguistas y fuerza p...

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Siete trabajadores fueron detenidos ayer durante los enfrentamientos registrados entre la fuerza pública y los huelguistas de la Empresa Municipal de Transportes madrileña, cuyo conflicto está alcanzando unos niveles de violencia desconocidos en Madrid, al menos desde la instauración del franquismo. A la hora de cerrar esta edición todos los indicios hacen suponer que la huelga continuará hoy.

La jornada de ayer estuvo caracterizada, fundamentalmente, por el tono de violencia en que se desarrollaron los encuentros que a lo largo del día se registraron entre huelguistas y fuerza pública. A las cinco y cuarto de la madrugada se concentraron en las proximidades de las cocheras de Fuencarral unos 1.500 trabajadores, que trataban de celebrar una asamblea. Poco después de las nueve de la mañana la policía cargó contra los trabajadores, que se disolvieron en diversos grupos contra los que, posteriormente, continuó cargando la fuerza pública.Uno de estos grupos, situado frente a la Residencia Sanitaria de la Paz, trató de impedir el funcionamiento de un jeep de transmisiones de la EMT, produciendo el vuelco del mismo con el conductor dentro, el cual, al parecer, resultó con diversas lesiones.

Este incidente provocó una fuerte represión de los grupos de trabajadores por parte de numerosos efectivos de la policía armada, que disparó botes de humo, empleó mangueras de agua y dio lugar a numerosas carreras entre los automóviles que circulaban por la avenida del Generalísimo, lo que produjo un auténtico caos en el tráfico de aquella zona.

Al parecer, los botes de humo lanzados por la policía cayeron sobre los automóviles, debiendo ser atendidos algunos de sus conductores en la Paz por presentar síntomas de asfixia. Otros de los botes de humo cayeron sobre las viviendas de empleados de la EMT situadas junto a las cocheras. Dos redactores de EL PAIS comprobaron los efectos causados por los citados elementos disuasorios en una de las viviendas afectadas, concretamente en un. dormitorio de niños.

También la Residencia Sanitaria de la Paz fue blanco de algunos botes de humo, lo que causó la consiguiente alarma entre enfermos y personal facultativo, y la natural protesta ante la fuerza pública por parte de la dirección del centro sanitario.

A lo largo de la jornada diversos grupos de huelguistas intentaron reunirse en algunos puntos de la ciudad, encontrándose siempre con el impedimento de la fuerza pública y repitiéndose los enfrentamientos. En la plaza de España, concretamente, tras el fallido intento de celebrar una asamblea en el Sindicato del Transporte, los huelguistas fueron nuevamente disueltos por la policía, sin que en esta ocasión -según informa el Gobierno Civil- se produjeran detenidos.

En cuanto a la marcha del conflicto, durante todo el día de ayer fueron numerosas las gestiones llevadas a cabo por parte de los trabajadores y la empresa, con la colaboración del sindicato oficial, para encontrar una solución. Las reiteradas negociaciones mantenidas por el jurado de empresa, que los trabajadores rechazan como representativo, con la dirección de la EMT, no dieron resultado.

Las reivindicaciones concretas que los huelguistas plantean para poner fin al conflicto son: libertad de los detenidos (que, con los ocho miembros de la Plataforma Unitaria detenidos anteanoche, suman ya quince) y ausencia de sanciones. A última hora de la tarde, una comisión de huelguistas se entrevistó con el subdirector de la empresa para plantearle estas peticiones. Según medios laborales, el subdirector prometió retirar las sanciones y aplazó hasta las doce del mediodía de hoy el resultado de las gestiones que se comprometió llevar adelante para conseguir la puesta en libertad de los detenidos.

Los trabajadores, por su parte, se reunirán en asamblea a las siete de la mañana de hoy, en las cocheras de Fuencarral, para lo que el subdirector de la EMT tratará de gestionar la no intervención de la fuerza pública.

En el plano de las medidas adoptadas para paliar los efectos de la huelga, ayer circularon por Madrid -según informa el Gobierno Civil- casi mil autobuses. De ellos, 350 conducidos por soldados, más de medio centenar por miembros de la policía armada y el resto por civiles, empleados de las líneas de servicio discrecional contratadas por el Ayuntamiento.

Hoy podrá quedar completada la totalidad de líneas que de forma habitual tiene en servicio la EMT, cubiertas también por Ejército, Policía Armada y Guardia Civil y transporte discrecional.

A últimas horas de la noche de ayer en medios laborales se daba como posible el que los trabajadores del Metro y los taxistas sé sumaran a la huelga si es que las reivindicaciones de los trabajadores de la EMT no eran atendidas.

El jurado de empresa del Metro -cuya plantilla «conoce lo que es una huelga por haberla sufrido anteriormente»- se entrevistó ayer con el delegado provincial de sindicatos y con el director de asuntos sociales de la Organización Sindical y les expusieron el «alto grado de solidaridad» que reina entre los trabajadores de la Compañía Metropolitano. Los autopatronos del taxi, por su parte, han anunciado la realización de marcha lenta a partir de hoy.

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