"Los cuatro", acusados de conspirar contra Chu En-lai

Las críticas contra Chiang Chin y el Grupo de Shangai continúan en todos los periódicos chinos, mientras se hacen revelaciones sobre la conspiración de los «cuatro traidores burgueses».

Así, el diario de Hong Kóng Ming Pao (que anunció días después de la muerte de Mao la posible rehabilitación de Teng Hsiao-ping) publicó ayer que Chiang Chin pasó numerosos secretos del Gobierno y el PC chino a la periodista norteamericana Roxanne Vitke, con la que se entrevistó en varias ocasiones el año 1972. Esta acusación -dice el periódico- la formuló el propio Hua Kuo-feng en una reunión...

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Las críticas contra Chiang Chin y el Grupo de Shangai continúan en todos los periódicos chinos, mientras se hacen revelaciones sobre la conspiración de los «cuatro traidores burgueses».

Así, el diario de Hong Kóng Ming Pao (que anunció días después de la muerte de Mao la posible rehabilitación de Teng Hsiao-ping) publicó ayer que Chiang Chin pasó numerosos secretos del Gobierno y el PC chino a la periodista norteamericana Roxanne Vitke, con la que se entrevistó en varias ocasiones el año 1972. Esta acusación -dice el periódico- la formuló el propio Hua Kuo-feng en una reunión del Buró Político el pasado día 7.Por otra parte, el diario de la capital de Shantung Tachung publicó un editorial en el que, aparte de referirse a los «cuatro» en los términos ya convenidos para la presente campaña, es decir, contrarrevolucionarios y burgueses, se comentan hechos del grupo, como por ejemplo una conspiración contra Chu En-lai (1) y el intento de formar Gobierno a la muerte del primer ministro. Según el mismo periódico, el grupo fracasó en su intento de impedir la nominación de Hua en abril y, finalmente, intentó falsificar el «último testamento» de Mao, que fue publicado el 16 de septiembre. Tachung acaba diciendo que, al ser descubiertos el 2 de octubre, intentaron un golpe contra el Comité, Central, publicando un artículo el día 4 en el que se vituperaba a este organismo político.

En cuanto a las manifestaciones de apoyo a Hua Kuo-feng, que continúan en algunos puntos del país, algunos carteles han anunciado que los «cuatro están vivos» pero sometidos a una estrecha vigilancia.

En relación con el conflicto chino-soviético, la URSS sigue tanteando las intenciones reconciliadoras de Pekín por distintos canales. Pravda atacaba ayer las declaraciones de Kissinger sobre un eventual ataque a China. El periódico oficial comentó las declaraciones diciendo que era un deseo de mantener la disputa entre la Unión Soviética y China. También se especula con que los telegramas de felicitación enviados por Polonia, la RDA y Bulgaria a Hua obedecen al deseo soviético de calibrar la buena disposición china con el bloque aliado a Moscú.

Sin embargo, la prensa china volvió a criticar duramente a la URSS por lo que califica de «injerencia en los asuntos internos del Japón », referente a las presiones que se ejercen para la devolución del Mig 25 y la política «hegemonista» en las cuatro islas Kuriles anexionadas por los soviéticos en- la segunda guerra mundial.

Finalmente, ayer se conoció el texto del telegrama de felicitación enviado por Enver Hoxha, secretario general del PC albanés, a Kuo-feng. El texto, redactado en términos ambiguos, más que una felicitación al presidente chino fue un «saludo» por su «Ilegada» a la dirección suprema del Partido Comunista.

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(1) El 20 de julio pasado un denominado «grupo para esclarecer la verdad sobre Chu En-lai» informó que el primer ministro murió de un ataque al corazón, y no de cáncer, después que se hubiese intentado envenenarlo en varias ocasiones.

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