Otelo Saraiva de Carvalho, encarcelado de nuevo

El comandante Otelo Saraíva de Carvalho, «cerebro» del golpe de Estado del 25 de abril de 1974 y ex candidato a la presidencia de la República, ingresó ayer de nuevo en la prisión de Caxias, cerca de Lisboa, donde deberá permanecer veinte días en compañía de diez «pides» y una docena de terroristas de extrema derecha.Oficialmente, el comandante Otelo ha sido arrestado por haber participado en una reunión política de los GDUPS (Grupos de Dinamización de Unidad Popular), principales organizadores de su candidatura a la presidencia de la República. Al parecer, el segundo clasificado en las elecci...

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El comandante Otelo Saraíva de Carvalho, «cerebro» del golpe de Estado del 25 de abril de 1974 y ex candidato a la presidencia de la República, ingresó ayer de nuevo en la prisión de Caxias, cerca de Lisboa, donde deberá permanecer veinte días en compañía de diez «pides» y una docena de terroristas de extrema derecha.Oficialmente, el comandante Otelo ha sido arrestado por haber participado en una reunión política de los GDUPS (Grupos de Dinamización de Unidad Popular), principales organizadores de su candidatura a la presidencia de la República. Al parecer, el segundo clasificado en las elecciones presidenciales habló durante algunos minutos, violando así las estrictas órdenes de las autoridades militares, que prohiben el uso de la palabra en reuniones públicas a los oficiales en libertad provisional.

Es esta la segunda vez que Saraiva de Carvalho es detenido. La primera fue a consecuencia del intento de golpe de Estado del 25 de noviembre de 1975. Otelo permaneció en prisión 44 días y fue acusado de «negligencia y colaboración con los conspiradores», aunque nada ha sido probado aún y el juicio está todavía pendiente como ocurre con otros centenares de procesos, entre ellos el de Spínola.

Durante las elecciones presidenciales, Otelo recibió un permiso especial de las autoridades militares para desarrollar la campaña electoral e intervenir en los mítines políticos, permiso que terminó el día siguiente del escrutinio. Desde finales de junio, no había intervenido en «comicios», aunque había estado presente en algunos de ellos y con frecuencia asistía a «fiestas» de sus partidarios, residentes fundamentalmente en el sur del país y situados ideológicamente en la izquierda y extrema izquierda.

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