El Gobierno se ha olvidado de la economía

En la última sesión de la VII Semana Económica Internacional del grupo Mundo, la ponencia José María Castañé, sobre la situación económica española y el cambio político, fue la que más centró la atención de los asistentes, incluso por encima de la desarrollada por el Nobel de Economía de 1973, Wassily Leontieff.Mariano Rubio fue el encargado de exponer la política monetaria española. Tras poner de relieve que la inflación actual tuvo su origen en una política monetaria demasiado alegre a la que vinieron a añadirse los efectos de la crisis del petróleo y posteriormente la fuerte subida de los c...

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En la última sesión de la VII Semana Económica Internacional del grupo Mundo, la ponencia José María Castañé, sobre la situación económica española y el cambio político, fue la que más centró la atención de los asistentes, incluso por encima de la desarrollada por el Nobel de Economía de 1973, Wassily Leontieff.Mariano Rubio fue el encargado de exponer la política monetaria española. Tras poner de relieve que la inflación actual tuvo su origen en una política monetaria demasiado alegre a la que vinieron a añadirse los efectos de la crisis del petróleo y posteriormente la fuerte subida de los costes salariales, provocados a su vez por el alza del coste de la vida, dijo que las autoridades cometieron quizá un error al diagnosticar la gravedad de la situación, aunque por supuesto su optimismo excesivo pudo deberse a la falta de entusiasmo por adoptar unas medidas políticamente difíciles o a la imposibilidad de hacerlo.

José Ramón Lasuén, habló sobre la financiación en la economía de mercado, y señaló que el fondo del problema estriba en que el déficit de la balanza de pagos, ha producido la inflación, paro y endeudamiento. La solución sería mejorar la balanza mediante una reducción de las importaciones innecesarias, fomento de las exportaciones, lucha contra el paro a través de las reestructuraciones e inversiones y la creación de sindicatos libres y democráticos.

José María Castañé, tras señalar que el Gobierno Arias minusvaloró la importancia del estado de la economía como factor de la transición política, señaló que el estado de la economía es grave. La tendencia hacia un deterioro adicional es cierta. Las medias medidas suelen producir efecto empeorante. La lógica tensión social provocada por la crisis será considerable y adquirirá proporciones de dificil control a lo largo de 1977. El proceso electoral y el trabajo de las nuevas Cortes, se llevará a cabo en las peores condiciones, pero no para determinados grupos sociales, de interés o políticos, sino para el país en su conjunto. En esas condiciones, los gobiernos del nuevo sistema político tampoco gozarán del suficiente margen de maniobra para mejorar la situación económica del país. Se puede abandonar -en virtud de otras prioridades- el volante de la política económica, un año, dos a lo sumo, pero no cuatro o cinco. El cambio político hacia la democracia es un compromiso adquirido por el Jefe del Estado, pero además es un compromiso del propio país.

A continuación insistió en el hecho del olvido de la situación económica.

Calificó como inaplazable la adopción de una serie de medidas, como la aplicación adicional de impuestos sobre el consumo de artículos de lujo, la supresión de las ventas a plazo de los bienes de consumo duradero, una mayor libertad para los tipos de interés pasivos, reajuste a la alza a los costes de los precios de combustibles líquidos para usos industriales, un incremento de los ingresos presupuestarios producidos por los impuestos directos, supresión del gasto público socialmente ineficaz, obtención efectiva de un superávit presupuestario, pero sobre todo, reducción drástica de las operaciones financieras activas del tesoro y un control riguroso de la oferta monetaria.

Cerraron la sesión el Nobel de Economía, Wassily Leontieff y el profesor Martínez Cortiña, éste último disertó sobre las economías capitalistas ante el nuevo orden económico internacional.

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