Gran Bretaña quiere reducir la importación de productos japoneses

Japón quiere comprar productos británicos para nivelar la balanza comercial con el Reino Unido. En 1975 Gran Bretaña compró productos japoneses por un valor de cuatrocientos millones de libras más de lo que Japón se gastó en este país.Una representación de empresarios japoneses se entrevistó ayer con el primer ministro, Callaghan, para asegurarle que por su parte Japón está dispuesto a regular la situación. Los productos británicos que los japoneses intentan comprar aquí están relacionados sobre todo con la industria de la navegación aérea. Se especula con la posibilidad de que Japón comie...

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Japón quiere comprar productos británicos para nivelar la balanza comercial con el Reino Unido. En 1975 Gran Bretaña compró productos japoneses por un valor de cuatrocientos millones de libras más de lo que Japón se gastó en este país.Una representación de empresarios japoneses se entrevistó ayer con el primer ministro, Callaghan, para asegurarle que por su parte Japón está dispuesto a regular la situación. Los productos británicos que los japoneses intentan comprar aquí están relacionados sobre todo con la industria de la navegación aérea. Se especula con la posibilidad de que Japón comience a comprar Concordes.

Gran Bretaña, que piensa introducir en el futuro un sistema de control de las importaciones si la balanza de pagos sigue sin equilibrarse, estima que Japón ha usado métodos ilegales para hacer llegar sus productos a los puertos ingleses, y usando ese criterio ha querido comenzar las restricciones recortando el número de automóviles y de electrodomésticos que vienen del imperio nipón a través de los canales más insospechados.

Lo que Londres pretende es anular la importación de artículos que vengan de áreas ajenas al Mercado Común y que puedan ser sustituidos por equivalentes fabricados o bien en el seno de la Comunidad o en las propias factorías inglesas.

El primer viaje al extranjero que hizo el ministro del Foreign Office, Crosland en el pasado mes de junio fue a China y Japón. En el primero de los países, el titular de Exteriores no consiguió hablar con los dirigentes chinos de la necesidad que tenía Gran Bretaña de cerrar de algún modo las importaciones; sin embargo, en Japón sí dejó bien claro el ministro británico que su país no podía seguir resistiendo la presión comercial de Japón y que iba a actuar drásticamente. Para suavizar esa postura es para lo que ha venido ahora al Reino Unido aquella delegación de industriales japoneses.

Los exportadores japoneses de acero han declarado que no reducirán sus ventas a Europa, según fuentes de la industria francesa del acero. La postura negativa japonesa surgió, sin carácter oficial, en las conversaciones entre exportadores nipones y siderúrgicos europeos mantenidas durante la reunión del Instituto Internacional del Hierro y del Acero, celebrada en la ciudad japonesa de Osaka.

Una misión especial de la CEE visitará Japón este mes, para discutir el exceso de exportaciones japonesas de acero a la Comunidad Económica Europea.

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