Tribuna:

Baja generalizada

La apertura semanal ha sido francamente negativa. no sólo por la incidencia política del atentado de San Sebastián, muy comentado ene! Parquet, sino también por la controversia sobre el nuevo sistema de negociación, llamado contratación por caja, y que ya explicamos en nuestro comentario del sábado.

El primer hecho merecía la más rotunda repulsa y el segundo creó un cierto confusionismo, alargando más de la cuenta la tramitación administrativa, aunque suponemos que esto en días sucesivos se podrá subsanar.

El sistema sólo se aplicó a los Bancos Comerciales, que, dicho sea de paso...

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La apertura semanal ha sido francamente negativa. no sólo por la incidencia política del atentado de San Sebastián, muy comentado ene! Parquet, sino también por la controversia sobre el nuevo sistema de negociación, llamado contratación por caja, y que ya explicamos en nuestro comentario del sábado.

El primer hecho merecía la más rotunda repulsa y el segundo creó un cierto confusionismo, alargando más de la cuenta la tramitación administrativa, aunque suponemos que esto en días sucesivos se podrá subsanar.

El sistema sólo se aplicó a los Bancos Comerciales, que, dicho sea de paso, fue el grupo que más vio descender el índice parcial. Las órdenes vendedoras abundaban, como en los demás corros, y se registraban descensos cuando se cotizaba, porque hubo quien fijó posición papel. Las únicas subidas, a cargo del Valladolid y del Latino.

Los industriales también dementaron el índice sectorial, a pesar de que Urquijo y Bankunión casaron operación.

En Eléctricas, donde proseguía fuerte el apoyo del Banco de España, se producen algunas mejoras simbólicas, si bien Iberduero e Hidrola (las más contratadas) ceden unos cuartillos.

De los títulos industriales, bajan el sector siderúrgico (Echevarría y Tubacex) y algunas compañías químicas, como Explosivos y Cepsa.

Sesión, en resumen, con recortes generales (sólo alzan 14 valores de los 129 negociados en renta variable), pero no profundos.

Abundancia de papel al cierre, en particular del departamento bancario, frente a un dinero prácticamente inexistente.

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