Las autoridades polacas buscan la distensión social en el país

Las autoridades polacas parecen dispuestas a flexibilizar su actuación y crear un clima de distensión política con la clase trabajadora. De este modo. el Tribunal Supremo del país decidió el pasado lunes suspender las sentencias que se habían dictado contra siete obreros de la fábrica de tractores de Ursus, acusados de interrumpir la vía férrea País-Varsovia, el pasado 25 de junio.Los siete obreros, a quienes la prensa oficial acusó de «vandalismo y holgazanería» cuando fueronjuzgados, recibieron penas entre tres y cinco años de cárcel.

El juez Stanislaw Mirski, comentó el acto d...

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Las autoridades polacas parecen dispuestas a flexibilizar su actuación y crear un clima de distensión política con la clase trabajadora. De este modo. el Tribunal Supremo del país decidió el pasado lunes suspender las sentencias que se habían dictado contra siete obreros de la fábrica de tractores de Ursus, acusados de interrumpir la vía férrea País-Varsovia, el pasado 25 de junio.Los siete obreros, a quienes la prensa oficial acusó de «vandalismo y holgazanería» cuando fueronjuzgados, recibieron penas entre tres y cinco años de cárcel.

El juez Stanislaw Mirski, comentó el acto de clemencia, que ha sorprendido a las organizaciones obreras y a los propios abogados defensores, en los siguientes términos: «Se ha satisfecho el sentido de justicia social». Aunque el tribunal suspendió las mencionadas penas por otras de un año de cárcel, se sabe que todos los inculpados han abandonado las prisiones donde estaban alojados, mientras el tribunal que revisó las sentencias no escatimaba elogios para los obreros, a quienes denominó «trabajadores ejemplares».

Mientras los siete obreros de la factoría Ursus, de la localidad del mismo nombre, recobraban la libertad, ayer, debía haberse iniciado un juicio contra tres trabajadores de la localidad de Radom, involucrados también en los disturbios del pasado mes de junio. Sin embargo, el juicio no se celebró sin que se tuviese notificación oficial sobre esta suspensión.

Todas estas medidas de distensión política y social, se producen algunos días después de que el primer ministro Piotr Jaroszewicz reconociese ante el Parlamento (Seym) que el Gobierno no había tenido en cuenta la opinión popular en la decisión de elevar los precios de los productos alimenticios, tal y como pregonaron los huelguistas.

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