La derecha portuguesa exige represión en el Alentejo

La reunión celebrada el viernes pasado entre el presidente Eanes, Mario Soares, el titular de la cartera de Agricultura y los altos cargos militares, parece haber decidido que la «ocupación salvaje» de las fincas del Alentejo va a terminar. Las fincas ocupadas «ilegalmente», según el Gobierno, y «revolucionariamente», según sus ocupantes, serán desalojadas. Por el momento no hay plazos, pero, según se cree, el Gobierno Soares va a terminar con el asunto.Las presiones por parte de la derecha son evidentes para que la desocupación sea inmediata y, si es necesario, violenta, pero el Gobierno soci...

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La reunión celebrada el viernes pasado entre el presidente Eanes, Mario Soares, el titular de la cartera de Agricultura y los altos cargos militares, parece haber decidido que la «ocupación salvaje» de las fincas del Alentejo va a terminar. Las fincas ocupadas «ilegalmente», según el Gobierno, y «revolucionariamente», según sus ocupantes, serán desalojadas. Por el momento no hay plazos, pero, según se cree, el Gobierno Soares va a terminar con el asunto.Las presiones por parte de la derecha son evidentes para que la desocupación sea inmediata y, si es necesario, violenta, pero el Gobierno socialista no parece dispuesto a embarcarse en una represión que le enajenaría sus votos en el Alentejo que, aunque inferiores a los comunistas, son importantes.

La derecha empuja y exige acción, al mismo tiempo que acusa al Gobierno de «inoperante». El líder del Partido Popular Democrático (centro), después de ser recibido por el presidente Eanes, declaró que «es posible que los portugueses sean llamados a defender la democracia contra los partidarios de las "amplias libertades" (comunistas)». Hay una evidente intención de empujar a Soares por el camino represivo. Si Soares envereda por aquí, los proyectos de la derecha se cumplirían: los socialistas tendrían que aliarse a ellos para poder mantenerse en el Gobierno, pues los votos de la izquierda se alejarían cada vez más.

Si se producen situaciones violentas, el Ejército tendría que intervenir, pero en el esquema «constitucionalista» que pretende realizar Eanes ello sería únicamente como última medida, pues supondría una contradicción flagrante con el sistema democrático que se pretende instituir.

Un compromiso, por lo menos, será buscado por el Gobierno socialista. Un entendimiento entre el poder y los sindicatos agrícolas dominados por los comunistas se impone. Sólo como último recurso. Soares recurrirá a la fuerza. Se juega muchos votos en el asunto.0

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