La primera impresión es favorable
La ley Constitucional tiene que ser considerada como un complejo mecanismo cuyo funcionamiento correcto depende de todas y cada una de sus piezas. Basta el fallo parcial para que el mecanismo se paralice o tome un rumbo equivocado.El proyecto anunciado hoy podrá valorarse cuando conozcamos ciertos detalles que aún que por decidir. De momento sólo cabe emitir un juicio provisional. Esta primera y no definitiva impresión es favorable. Con lo que se ha anunciado podría iniciarse el camino hacia la democracia. Pero todavía será necesario que el boceto se desarrolle con criterios democráticos, favo...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La ley Constitucional tiene que ser considerada como un complejo mecanismo cuyo funcionamiento correcto depende de todas y cada una de sus piezas. Basta el fallo parcial para que el mecanismo se paralice o tome un rumbo equivocado.El proyecto anunciado hoy podrá valorarse cuando conozcamos ciertos detalles que aún que por decidir. De momento sólo cabe emitir un juicio provisional. Esta primera y no definitiva impresión es favorable. Con lo que se ha anunciado podría iniciarse el camino hacia la democracia. Pero todavía será necesario que el boceto se desarrolle con criterios democráticos, favoreciendo la manifestación libre, sincera, de la voluntad general, y no obstaculizándola o desvirtuándola.
Hay recelos en el ambiente perfectamente justificados.