Se raciona el agua en Londres

El Ayuntamiento de Londres ha decidido racionar el agua que consumen sus habitantes. Para ello, a partir de anoche fue reducida la presión de las cañerías. Con este sistema, las autoridades esperan ahorrar 40 millones de galones de agua al día, un 10 por 100 del consumo total diario.Se pensó cerrar durante un período de la noche las cañerías de la ciudad, pero eso hubiera convertido a Londres en un horno ardiente. Cada noche hay un promedio de 100 incendios, que no podrían ser sofocados si las cañerías permanecen cerradas.

Otra solución que las autoridades no han querido tomar es la que...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Ayuntamiento de Londres ha decidido racionar el agua que consumen sus habitantes. Para ello, a partir de anoche fue reducida la presión de las cañerías. Con este sistema, las autoridades esperan ahorrar 40 millones de galones de agua al día, un 10 por 100 del consumo total diario.Se pensó cerrar durante un período de la noche las cañerías de la ciudad, pero eso hubiera convertido a Londres en un horno ardiente. Cada noche hay un promedio de 100 incendios, que no podrían ser sofocados si las cañerías permanecen cerradas.

Otra solución que las autoridades no han querido tomar es la que hubiera convertido a la capital británica en una de las ciudades más llenas de chorros de Europa. El sistema de los chorros de aprovisionamente público, considera el Ayuntamiento, ni es válido estéticamente ni permite alcanzar resultados prácticos.

La obsesión que se padece en Gran Bretaña ante la persistente sequía ha alcanzado ya términos dramáticos. El hombre del tiempo dice que en septiembre tampoco va a llover. En algunas zonas del país se han perdido cosechas enteras. El ministro de Agricultura, que ha visitado algunos sectores del campo inglés, se ha lamentado de no ser «el dios de la lluvia». La situación se va a reflejar en el mercado, donde muchos productos van a escasear muy pronto y donde los precios de los vegetales van a ponerse por las nubes, aunque en este caso la frase hecha parezca una ironía. De momento, al menos, los ingleses no han pedido el favor divino para que venga la lluvia, aunque se han hecho sugerencias en ese sentido.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En