Una zona verde prometida que no existe

Los vecinos de la colonia Molino de Viento, en Colmenar Viejo, reclaman lo que afirman se les vendió juntamente con los pisos que adquirieron y que, sin embargo, hasta el momento, no existen ni señales de que algún día llegue a ser realidad.Se trata de los 4.000 metros cuadrados de zona verde que, en los alrededores de la urbanización figuraban en los planos que vieron los posibles compradores antes de invertir su dinero. En esta zona ver, de inexistente hasta el momento están instaladas también unas piscinas, que ninguno de los vecinos utiliza, por no encontrarse, según ellos, en las d...

Los vecinos de la colonia Molino de Viento, en Colmenar Viejo, reclaman lo que afirman se les vendió juntamente con los pisos que adquirieron y que, sin embargo, hasta el momento, no existen ni señales de que algún día llegue a ser realidad.Se trata de los 4.000 metros cuadrados de zona verde que, en los alrededores de la urbanización figuraban en los planos que vieron los posibles compradores antes de invertir su dinero. En esta zona ver, de inexistente hasta el momento están instaladas también unas piscinas, que ninguno de los vecinos utiliza, por no encontrarse, según ellos, en las debidas condiciones para ello.

Una de las razones que aducen es que, además de su escaso tamaño, las aguas de dos piscinas se comunican entre sí, forzando a que las condiciones organolépticas-visión y olor- no inviten a ello.

Por otra parte, ninguna de las calles de la urbanización ha sido asfaltada hasta ahora, lo que conduce a que, al igual que en el resto del pueblo, se produzcan grandes nubes de polvo, obligando a sus habitantes, aún a altas temperaturas, hayan de dormir con las ventanas cerradas para evitar que el ambiente irrespirable de la calle entre en sus casas.

La única medida que haría posible, según los vecinos, el conseguir el ambiente por el que han pagado, junto con su piso, sería que se realizará por fin la proyectada zona verde y que se asfaltaran las calles de la localidad, tal como hace unas semanas prometió el alcalde, en respuesta a, una serie de que, en solicitud de una rápida solución a los problemas, le dirigió el vecindario.