Tribuna:

Gran desmoralización

No quisiéramos repetirnos, pero lo más que se puede decir es que todo sigue igual. Igual de flojo, se entiende, porque el equilibrio de la semana pasada se ha degradado en un descenso general, ya que éstas, las bajas, han sido las predominantes en la apertura de la tanda (67 sobre 155 valores contratados en renta variable).El apoyo del Banco de España es descarado ante la desgana general y el predominio del papel, pero esto no es la solución, como se ha demostrado ayer en relación con el sostén precedente. Para que la Bolsa reaccione de verdad se necesita, por un lado, un planteamiento polític...

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No quisiéramos repetirnos, pero lo más que se puede decir es que todo sigue igual. Igual de flojo, se entiende, porque el equilibrio de la semana pasada se ha degradado en un descenso general, ya que éstas, las bajas, han sido las predominantes en la apertura de la tanda (67 sobre 155 valores contratados en renta variable).El apoyo del Banco de España es descarado ante la desgana general y el predominio del papel, pero esto no es la solución, como se ha demostrado ayer en relación con el sostén precedente. Para que la Bolsa reaccione de verdad se necesita, por un lado, un planteamiento político constituyente que responda a las fuerzas reales del país, y, por otro, unas medidas económicas (entre las cuales estarían las bursátiles) estimulantes de la inversión.

Mientras falten estas dos patas, el mercado bursátil necesitará parihuelas, por más retórica que le echemos los que tenemos que comentarlo diariamente.

Ayer, en general, las diferencias fueron cortas, tanto en sentido positivo (excepción: Rural), como en sentido negativo (excepción: Zaragozano y Ebro). Existe un compás de espera a ver qué decide el Gabinete en su reunión de hoy, miércoles, y también se tenía una oreja en tensión por si se captaba algo de lo que decidían los banqueros en una importante reunión que estaban sosteniendo en aquellos momentos. Pero al ser impenetrables ambos objetivos, la Bolsa estuvo bajista, en particular, en el grupo eléctrico, donde «las cinco grandes» eran precisamente las que bajaban, descendiendo Fecsa de nuevo por debajo de 100.

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