Reportaje:Los caminos para la reforma de la empresa / y 5

"El plazo para la reforma es absolutamente insuficiente"

A mí siempre me ha sorprendido la expresión «revestir la forma de sociedad» cuando es una sociedad anónima la titular de la empresa. ¿Es qué las empresas pueden revestir la forma de sociedad? Entiendo que no. La sociedad sí reviste la forma de sociedad anónima, pero si la empresa no es una institución jurídica, ¿qué tiene que ver ella con el hecho deque el titular de la empresa sea una sociedad? ¿a que por eso la empresa «reviste» la forma de sociedad anónima? ¿Y si el empresario es individual?, ¿qué forma reviste entonces la empresa? ¿La del hombre fisico, alto, bajo, fuerte, débil, enfermo, ...

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A mí siempre me ha sorprendido la expresión «revestir la forma de sociedad» cuando es una sociedad anónima la titular de la empresa. ¿Es qué las empresas pueden revestir la forma de sociedad? Entiendo que no. La sociedad sí reviste la forma de sociedad anónima, pero si la empresa no es una institución jurídica, ¿qué tiene que ver ella con el hecho deque el titular de la empresa sea una sociedad? ¿a que por eso la empresa «reviste» la forma de sociedad anónima? ¿Y si el empresario es individual?, ¿qué forma reviste entonces la empresa? ¿La del hombre fisico, alto, bajo, fuerte, débil, enfermo, sano? No lo entiendo.Y por si fuera poco, en la exposición de motivos de la ley se dice que a su texto habrá de incorporarse en su día la participación del trabajador en la empreja, acorde con las reformas que en la législación de sociedades se lleve a cabo en base al proyecto que se prevé en disposiciones adicionales», que he leído ya.

En fin, ya parece que hemos hallado la forma para la reforma. Ahora sí quepodemos hablar de reforma, puesto que vamos a reformar una forma jurídica: la sociedad anónima.

Se va, Pues, a reformar la sociedad anónima. ¿Para qué? Para establecer participación en sus «órganos de gestión». Vemos que aquí se ha descarnado el asunto, porque no hay tal participación en la gestión, sino solamente en la vigilancia, en la responsabilidad y en los beneficios.

Efectivamente los órganos, de gestión no los tiene la empresa, si no la sociedad. La responsabilidad tampoco la tiene la empresa, sino la sociedad, y los beneficios tampoco los tiene la empresa misma, sino, sociedad que rige los destinos de la empresa.

La opción es reformar la sociedad anónima

En definitiva, hemos roto el dilema queyo planteaba al principio. ¿Qué camino hemos de emprender? ¿Quod vitae sectabor iter? Hemos tomado el segundo camino, y así lo prueban esas frases de la exposición de motivos que acabo de leer.

El hecho es que a la Comisión de Codificación se le echa encima un trabajo difícil, comprometido y que hemos de realizar en un plazo insuficiente a todas luces.

Surgirán problemas de toda índole: modificación de la sociedad anónima, que conserva hoy el sistema monista; modificación de la responsabilidad de los, representantes laborales, mejor dicho, instauración de esa responsabilidad, sin saber quién puede exigir esa responsabilidad, si son, los trabajadores o la junta general, como ocurre con los demás administradores; relaciones entre el consejo de vigilancia y el directorio, etc.

Pero también hay que llamar a capítulo a los elementos laborales, porque en la ley de cogestión de 1962 quien elige a los representantes laborales es el propio consejo de administración, en una terna que ofrece el Jurado de empresa, mientras que en el nuevo sistema tendrá que ser una elección directa o la elección a través de un Sindicato, que, probablemente, no va a ser el Sindicato oficial actual, vinculado al Gobierno, sino un sindicato libre.

En suma, el camino de la reforma de la empresa está ya elegido. Es el camino de la reforma de la sociedad anónima. Y está elegido por un mandato legal, ante el cual tenemos que inclinarnos todos.

El peso recae sobre los mercantilistas, que tendremos que renunciar a los conceptos de la sociedad anónima como sociedad capitalista, introduciendo en ella una pieza nueva mediante un trasplante quirúrgico, para que no se nos tilde de formalistas

¿Cuántas reformas más?

Pero también el elemento sindcal ha de intervenir para la elección de los representantes obreros, en la mal llamada «cogestión»., En Alemania ya se habla de una codecisión «tripolar», en el sentido de qué no sólo va a haber reprsentantes del, capital y del trabajo, sino un represente de los intereses generales de la economía. En definitiva, la reforma que se busca. está ligada a otras muchas reformas.

No sabemos si subsistirán, los Consejos nacionales que cita la disposición adicional tercera. Todo demuestra que la reforma de laempresa está ligada a otras reforas del cuadro institucional vigente, porque la empresa no es una isla, es una pieza dentro de la economía nacional, y cualquier modificación.que sufra la empresa va a repercutir sobre la economía entera.

El ejemplo francés

En conclusión, todo ello conduce a afirmar que el plazo concedido para la reforma es absolutamente insuficiente y que debemos meditar en et ejemplo, francés y en las discusiones sobre la quinta directiva.

Aquí tengo también una carta que dirige el presidente de la República a Sudreau, acusándole recibo de su informe, y en ella dice: «No conviene pronunciarse prematuramente sobre el fondo de sus proposiciones. A partir de su informe -que a usted le corresponde hacer público en las condiciones que juzgue mejores, deseo que se inicie en la, opinión un amplio debate, porque la reforma de la empresa afecta a la vida de todos los franceses.

Deseo que este debate se desarolle en distintos niveles. El concurso de los grandes medios de información y de la prensa deberá permitir a todos los que, preocupa la reforma de la empresa y en particular a los jefes de empresa, a sus cuadros, a los sindicalistas y a los trabajadores expresar sus sentimientos y sus críticas.

Cuando Ia información del Gobierno haya quedado completa por consecuencia de una. amplía discusión pública, le pediré que haga la elección que depende de él, del Gobierno, y proponer al Parlamento las disposiciones legislativas necesarias.

En suma, se trata de ir seriamente a la reforma pero no precipitadimente a la reforma. Hoy se diría que es un a cuestión de «timing». Yo prefiero, como aficionado que soy a la música, en lugar de time, hablar tempo, que no sea ni adaggio, ni prestissimo, que sea, como decían los compositores de la época el Barroco, un allegro giusto.

Que la reforma sea también justa, porque si la justicia consiste en dar a cada uno lo que es suyo, demos a los obreros lo que es suyo, pero con rnucha prudencia, para no convertir el camino de vida que hemos elegido en un camino que sea más bien sendero para el desmoro miento y para.la ruina de esa fuente de creación de riqueza que es la empresa mercantil.

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