Hacia un partido valenciano, populista y regional

La cena de más de 400 comensales, que tuvo lugar en la piscina Valencia, una vez finalizada la primera asamblea de representantes de Alianza Popular Regional Valenciana (APRV), fue el bautizo de una fuerza política, con futuro electoral, en una competitividad de partidos democráticos. Quedaron aprobados los estatutos y rechazada la posibilidad de constituirse en partido «para no caer en la trampa de asociarse para la comisión de hechos revistos y peñados por la Ley vigente». Y al tiempo, se formulaban las coordenadas de un partido que va a ser: populismo y regionalismo.

El significativo...

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La cena de más de 400 comensales, que tuvo lugar en la piscina Valencia, una vez finalizada la primera asamblea de representantes de Alianza Popular Regional Valenciana (APRV), fue el bautizo de una fuerza política, con futuro electoral, en una competitividad de partidos democráticos. Quedaron aprobados los estatutos y rechazada la posibilidad de constituirse en partido «para no caer en la trampa de asociarse para la comisión de hechos revistos y peñados por la Ley vigente». Y al tiempo, se formulaban las coordenadas de un partido que va a ser: populismo y regionalismo.

El significativo hecho de acabar la cena de confraternización con el canto del himno regional Para ofrendar nuevas glorias a España..., asumía el símbolo de un trasvase sociopolítico. Esos sectores que, hasta el momento, lo han entonado desde un espíritu patriótico y sentimental, lo emplean ahora para captar los votos de un amplio grupo social sin definición política durante 40 años, pero conscientes de unos valores regionales. La reivindicación del País Valenciano pasa también por la derecha. El monopolio de la izquierda socialista ha quedado roto.Emilio Attard, con largos años de ejercicio en el decanato de los abogados valencianos -a pesar de ser acusado de contubernio con Munich-, atacó furibundamente, en los postres, el monopolio de la verdad y el poder de sus depositarios durante cuatro décadas.«Había dos castas -gritó-, la de quienes adscribiéndose, sin condiciones, a la doctrina monolítica colaboraban en la administración municipal y del Estado, y el resto del país, la ciudadanía nacional en pleno, que no podía ejercer la función cívica que a toda oposición compete: fiscalizar y ejercer la censura de toda gestión de gobierno.»Su partido valora la existencia de una inmensa mayoría que permanece expectante, carente de ideología y que «no tiene conciencia de que, aunque sólo sea para sobrevivir, ha de adquirirla e incorporarse a la acción política».

Los ataques a los ministros reformistas fueron contundentes. A mi entender, tuvieron demasiada prisa en alcanzar el poder y se habla, sin saber cuál es el exacto contenido de su plan de Gobierno.» Las alusiones al presidente, Consejo del Reino, Cortes y Consejo Nacional, tuvieron el sentido de instituciones que tratan de dirigirse solamente al pasado de los privilegios y que no se avienen a su renuncia.

APRV tiene conciencia de ser tachada de derechista. Sin embargo, postuló en la cena que, simplemente, aspira a la realización plena del hombre.

Puede afirmarse que hemos asistido al nacimiento de una futura derecha valenciana, de carácter popular, que aglutina a los eternos liberales y defensores de un regionalismo no centralista.

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