La rebelión de Dumfries
El carrilero holandés responde a las críticas al sistema del equipo y a su juego con un gol y dos asistencias contra EE UU
Estados Unidos cayó contra Países Bajos víctima de una de las trampas más antiguas de la historia del fútbol, el pase atrás. Su seleccionador, Gregg Berhalter, contó casi con reverencia antes del partido que había aprendido casi todo lo que sabía cuando jugó allí a finales de los noventa en el Sparta de Rotterdam. Mencionó los espacios, el juego posicional, los triángulos y el tercer hombre, pero ...
Estados Unidos cayó contra Países Bajos víctima de una de las trampas más antiguas de la historia del fútbol, el pase atrás. Su seleccionador, Gregg Berhalter, contó casi con reverencia antes del partido que había aprendido casi todo lo que sabía cuando jugó allí a finales de los noventa en el Sparta de Rotterdam. Mencionó los espacios, el juego posicional, los triángulos y el tercer hombre, pero Louis Van Gaal lo sorprendió con un recurso rudimentario ejecutado dos veces por Denzel Dumfries, un futbolista que se hizo profesional precisamente en el Sparta de Róterdam. El seleccionador neerlandés estaba satisfecho del éxito de la celada a su rival: “EE UU no se adaptó a nuestro sistema y eso nos ayudó a ganar”.
Hubo mucho de reivindicación en el pase de Países Bajos a cuartos. La selección atravesó la fase de grupos bajo un torrente de críticas por el juego, mientras Van Gaal defendía su efectividad, algo a lo que se rindió ayer también Klassen, que añora tener más el balón: “Claro que queremos, pero al final lo que importa es ganar”.
Para Dumfries también supuso una respuesta al bombardeo de cuestionamiento con el que comenzó el torneo. El futbolista del Inter de Milán pasó por los tres primeros partidos sin dejar apenas huella, y dos días antes de jugar contra EE UU anunció que pretendía rebelarse: “Entiendo las críticas y quiero ser importante el próximo día, con un gol o una asistencia”. Se superó.
A los diez minutos se acercó a la línea de fondo por su banda derecha, envió la pelota hacia el punto de penalti, y allí apareció Memphis para acertar con la red. Y repitió en la última jugada el primer tiempo, aunque esta vez el que se presentó en el mismo lugar fue el carrilero de la otra banda, Blind.
Cuando EE UU pareció revolverse contra su destino y acortó distancias, Dumfries redondeó una función para el recuerdo al rematar de volea en el segundo palo un centro que le mandó Blind desde la izquierda.
El propio Dumfries resumió la importancia de lo que había ejecutado con Blind en los dos últimos tantos: “Los goles de hoy lo son todo. Le di una asistencia a Daley [Blind], el otro carrilero, y él me dio una asistencia a mí. Hoy mostramos la calidad del sistema”, dijo. “Cuando jugamos con línea de cinco defensas hay otros espacios. Este sistema demuestra que se pueden generar espacios donde suponen mucho peligro al rival”. Van Gaal lo celebró: “Es algo fantástico”. Estaba pletórico con Dumfries a su lado en la sala de conferencias como jugador del partido: “Ya le di un beso muy grande esta semana, y le voy a dar otro”. Y se lo depositó en la frente.
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