Aleix Espargaró se estrena en casa y todavía quiere más en el GP de Catalunya
El piloto de Granollers, de 34 años, gana la primera carrera de su vida en Montmeló, el circuito donde empezó a soñar con ser miembro de la parrilla de MotoGP
Nunca había ganado Aleix Espargaró en casa, en el trazado donde empezó a soñar con ser piloto de carreras. Su primera vez en Montmeló llegó con 11 años, y la última fue la más amarga de todas. El año pasado, una terrible confusión le privó de su primer podio en casa como miembro de la categoría reina. Este sábado no se equivocó y, con un pilotaje magistral, superó como un tifón al campeón del mundo y líder del Mundial ...
Nunca había ganado Aleix Espargaró en casa, en el trazado donde empezó a soñar con ser piloto de carreras. Su primera vez en Montmeló llegó con 11 años, y la última fue la más amarga de todas. El año pasado, una terrible confusión le privó de su primer podio en casa como miembro de la categoría reina. Este sábado no se equivocó y, con un pilotaje magistral, superó como un tifón al campeón del mundo y líder del Mundial Pecco Bagnaia para entrar por todo lo alto, caballito incluido, como ganador de la carrera al ‘sprint’ del GP de Catalunya.
El piloto de Granollers, población vecina al Circuit de Barcelona-Catalunya, celebró con su gente una victoria que enmienda uno de sus peores momentos como profesional. El año pasado, cuando quedaba todavía una vuelta y marchaba segundo, cruzó la línea de meta y cortó gas. Empezó a celebrar emocionado, algo fastidiado por no conseguir batir a Fabio Quartararo, mientras sus perseguidores le empezaron a rebasar a todo trapo. Una confusión con la cuenta de la torre del Circuit de Barcelona-Catalunya, el único que marcaba como L0 -Lap 0- la última vuelta en el Mundial, le arrebató la sensación de subirse al cajón ante su público y unos puntos muy valiosos en el Mundial.
La frustración se convirtió en lágrimas y le dejó un buen tiempo fastidiado. Lo pasó mal, peor incluso que con sus lesiones más dolorosas. “Nunca en mi vida o en mi carrera deportiva lo he pasado tan mal, aunque me he caído muchas veces y me he hecho daño”, decía entonces. Con buen humor, este año se presentó a la cita con un casco especial y un mensaje claro escrito en la frente: “One more lap” (una vuelta más). Subsanado el error, puesta la tirita a esa herida, el veterano de 34 años quiere más con una Aprilia que ha encontrado una ventaja respecto a las intocables Ducati en el asfalto de Montmeló. La moto de la fábrica de Noale está traccionando mejor estos días y su ritmo colocó a tres de sus pilotos al borde de la pole position en la clasificación.
“Esto me da combustible, energía. Quiero disfrutarlo con el equipo y la familia”, explicó Espargaró tras quitarle dos segundos al número uno con una apurada de frenada magnífica en la primera curva de la séptima vuelta. “Nunca había ganado escapándome, así que he pensado ‘a por ello’. Estoy muy contento de haberlo conseguido”, añadió.
Sexta pole del año para Bagnaia
La plaza noble de la parrilla se la llevó finalmente un Bagnaia que demostró una vez más por qué es el líder del certamen y el vigente campeón del mundo. De largo la mejor Ducati a lo largo del fin de semana, se sacó un vueltón para batir el récord absoluto del circuito (1′38.639), obra del propio Aleix la jornada anterior. El de Granollers reconoció que soltó un puñetazo de rabia en el garaje al verse segundo. Su compañero Maverick Viñales, cuarto en parrilla, apretó también las tuercas, pero no pudo adelantar a Bagnaia en un bonito duelo hasta la última curva de la sprint. El de Roses se conformó con el podio, pero avisó también que él también aspira a más mañana domingo (14:00 horas, DAZN y La 1) en Montmeló.
Como el viernes, la jornada dejó patente el desastre de las fábricas japonesas, hundidas en la clasificación con la única excepción de Marc Márquez. El de Cervera puso toda la carne en el asador y tan solo le sirvió para ser duodécimo en parrilla y undécimo en la carrera corta del sábado: “He sentido ese punto de más por estar en Montmeló, pero la realidad es que he sobrepilotado”. El resto de Honda cerraron una vez más la clasificación, con Joan Mir antepenúltimo en parrilla y último en la sprint.
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