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La teoría del gol trampa

Simeone prefirió jugar a la ruleta rusa contra el Madrid, un equipo capaz de tener cuatro balas en el tambor de la pistola y salir vivo. Y lo pagó tan caro como siempre

Lenglet hace penalti sobre Mbappé durante el partido entre Atlético de Madrid y Real Madrid en Champions este miércoles.INMA FLORES

¿Puede un partido que se pone 1-0 a los 30 segundos acabar 1-0 120 minutos después? Puede, si se trata del Atlético de Simeone y el Madrid 2025 de Ancelotti.

No hay que ser un entendido del fútbol, basta con ser entendido del Madrid, que es un deporte aparte, para saber que si al Real le marcas un gol a los 30 segundos, hay que marcarle dos o tres más en las jugadas siguientes. Por muchas razones delicadas. La primera, que si a un equipo le marcas un gol al sacar de centro tiene una empanada importante. La segunda, que el Madrid...

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¿Puede un partido que se pone 1-0 a los 30 segundos acabar 1-0 120 minutos después? Puede, si se trata del Atlético de Simeone y el Madrid 2025 de Ancelotti.

No hay que ser un entendido del fútbol, basta con ser entendido del Madrid, que es un deporte aparte, para saber que si al Real le marcas un gol a los 30 segundos, hay que marcarle dos o tres más en las jugadas siguientes. Por muchas razones delicadas. La primera, que si a un equipo le marcas un gol al sacar de centro tiene una empanada importante. La segunda, que el Madrid es un equipo famoso por sus desconexiones con la realidad, le da igual la trascendencia del partido y el escenario, y si le marcan al principio la cosa promete. La tercera, que un gol al Madrid en Champions tiene el valor de una zancadilla: se tropieza el gigante, torpe, y hay que aprovechar para sacudirle varios golpes más y dejarlo sobre el suelo pero siempre tomándole rutinariamente el pulso, por si vuelve.

No hay que entender de fútbol, hay que entender del Real Madrid, para saber que después del 1-0 le correspondía a Simeone jugar a la ruleta rusa contra el Madrid, el mejor jugador suicida del mundo, capaz de tener cuatro balas en el tambor y salir vivo, o irse a por los blancos con los colmillos afilados y la cuenta de la factura de 2014, 2015, 2016 y 2017. Hizo lo primero, temerario, especulador. Del Atleti dependía que ese gol fuese el inicio del fin del Madrid o el gol trampa de siempre, aquel que Raúl definió en la grada del Bernabéu cuando marcó el Bayern el año pasado: “Estos no saben lo que acaban de hacer”.

El Madrid lo llevó todo al límite, también en los penaltis. Ganó en el último disparo, y volvió a ser Antonio Rüdiger, medio lesionado y medio cuerdo, como en la noche de Mánchester.

Nada hizo el Atleti después de un gol fulminante y estrepitoso. Un gol que, visto el rival y la lista de agravios, y con las gradas pidiendo sangre en el Metropolitano, podría anunciar un huracán de media hora. Sin embargo, Simeone le regaló el balón a los blancos y metió el culo del equipo atrás. Si no le salió mal ni bien fue porque el Madrid se ha tomado esta temporada, empachado de éxitos, de transición. ¿De transición a dónde? A saber. Por olvidar, olvidó jugar a nada, que era como jugaba cuando de repente una de sus estrellas le sacaba el forro a la chistera y se ponía a bailar sobre él. Para eso hubo que esperar a la segunda parte, cuando ya Atlético y Real empezaron a tomarse en serio a sí mismos. No había juego y empezaron a emerger los héroes, incluso los héroes de unos pocos segundos, como Kylian Mbappé.

Mbappé, enjaulado en sus propias contradicciones, como un filósofo que ve la luz y bracea entre corrientes alternas de pensamiento hasta dar con una idea propia, cepilló el balón y se fue contra el Atleti para partirle la crisma, él solo, con las tablas de la ley. La suya. La de un jugador que, con espacios, suelta chimeneas de aire por la nariz. En carrera fue reuniendo a dos defensores atléticos despavoridos, y cuando los tuvo ya pegados los partió en dos movimientos imposibles, hachazo a izquierda y derecha, con una velocidad de locomotora. Sólo le pararon con penalti.

La pena máxima de Vinicius fue eso exactamente: la pena máxima del madridismo. Vibraciones del balonazo de Ramos al espacio en los penaltis contra el Bayern. Aquella pelota que sigue sin aparecer probablemente tenga ya compañía trece años después: los finales felices existen.

La prórroga fue la exhibición de Federico Santiago Valverde Dipetta, el uruguayo al que le calcula Carlos Martínez en Movistar unos cinco pulmones. Lo había sacado Ancelotti del lateral al ver que Simeone no estaba por volcarse ni en su banda ni en ninguna, confiando en la luz de Griezmann y en el veneno (qué jugador) de La Araña. Y Valverde empezó a suplir, enloquecido, a sus compañeros fundidos, a aquellos que al perder el balón sacaban la bandera blanca, rosario de almas rotas y con agujetas de épica. Fue como se llegó a los penaltis, la lotería trucada del Madrid con el Atleti.

Los jugadores del Real Madrid, Jude Bellingham, Rodrygo, Vinicius Junior y Lucas Vázquez, entre otros, celebran la victoria en el Metropolitano. Juan Medina (REUTERS)
Giménez, tras la derrota del Atlético de Madrid. Associated Press/LaPresse (APS)
Antonio Rudiger, Lucas Vazquez y Endrick celebran la victoria del Real Madrid tras los penaltis. Juan Medina (REUTERS)
Antonio Rudiger celebra el último penalti, que da el triunfo al Real Madrid frente al Atlético.INMA FLORES
Rudiger celebra el penalti. INMA FLORES
Antonio Rudiger del Real Madrid, celebre el triunfo de su equipo antre los jugadores abatidos del atlético de MadridJuan Medina (REUTERS)
Resbalón de Julián Álvarez, que ha supuesto la anulación del penalti tras tocar dos veces el balón. Florencia Tan Jun (Getty Images)
Antonio Rudiger lanza el penalty que le da la victoria al Real Madrid. Juan Medina (REUTERS)
El delantero brasileño del Real Madrid, Vinicius Junior, golpea el balón desde el punto de penalti, fallando una opirtunidad ante el Atlético de Madrid.INMA FLORES
Vinicius Junior del Real Madrid, lanza por encima de la portería el penalti,cometido a favor de su equipo, ante el Atlético de Madrid.Juan Medina (REUTERS)
Clement Lenglet del Atlético de Madrid, comete penalti sobre Mbappe del Real Madrid.INMA FLORES
Vinicius Junior es consolado por Jude Bellingham tras lanzar el el penalti fuera.INMA FLORES
Antonio Rüdiger y Antoine Griezmann disputan un balón. INMA FLORES
El jugador del Atlético de Madrid Conor Gallagher abre el marcador.Susana Vera (REUTERS)
Conor Gallagher celebra su tanto en la primera parte del derbi. Susana Vera (REUTERS)
El británico Conor Gallagher celebra el gol con el que ha abierto el marcador del partido de vuelta para el Atlético de Madrid. INMA FLORES
Eduardo Camavinga, del Real Madrid, ayuda a su compañero Ferland Mendy a atarse los cordones de las botas.INMA FLORES
El delantero francés del Real Madrid, Kylian Mbappé se duele en el suelo, rodeado de contrarios.Juanjo Martín (EFE)
El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, da indicaciones a su equipo desde la banda. INMA FLORES
El técnico italiano del Real Madrid, Carlo Ancelotti, da instrucciones a sus jugadores.Juanjo Martín (EFE)
El guardameta del Atlético de Madrid, Jan Oblak, despeja un balón en su área. INMA FLORES
El delantero del Real Madríd, Kylian Mbappé, controla el esférico. INMA FLORES
El centrocampista del Atlético de Madrid, Pablo Barrios , intenta llevarse el balón ante el delantero brasileño del Real Madrid, Vinicius Junior.J.J.Guillen (EFE)
El entrenador del Atlético de Madrid Diego Simeone, habla en la banda con Antoine Griezmann.Susana Vera (REUTERS)
Conor Gallagher del Atlético de Madrid, cae ante la entrada de Jude Bellingham del Real Madrid.Angel Martinez (Getty Images)
El madridista Luka Modric,disputa el balón ante Pablo Barrios del Atlético de Madrid.Associated Press/LaPresse Bernat Armangue (APS)
El centrocampista del Madrid Aurélien Tchouaméni, durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones que Atlético de Madrid y Real Madrid disputan este miércoles en el estadio Metropolitano.Juanjo Guillén (EFE)
Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el gol de Gallagher.Bernat Armangue (AP)
Los aficionados del Atlético de Madrid sacan una pancarta con la leyenda "Me da la vida" en el estadio Metropolitano.Angel Martinez (Getty Images)
Conor Gallagher, en el suelo, tras perder el balón con Rodrygo (centro) y Modric.Bernat Armangue (AP)
El jugador del Atlético de Madrid Antoine Griezmann en el césped antes del partido.Susana Vera (REUTERS)
Jugadores del Real Madrid calientan en el campo antes del partido. Juanjo Martín (EFE)
Aficionados del Atlético de Madrid en las gradas antes del partido.Susana Vera (REUTERS)
Los jugadores del Atlético de Madrid calientan en el estadio Metropolitano.Susana Vera (REUTERS)
El guardameta belga del Real Madrid Thibaut Courtois. JUANJO MARTIN (EFE)
El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, antes del partido. Juan Medina (REUTERS)
El centrocampista del Real Madrid Luka Modric (a la derecha). A la izquierda, Kylian Mbappé. Juanjo Martín (EFE)
La policía custodia la llegada del autobús del Atlético de Madrid al estadio Metropolitano este miércoles. Susana Vera (REUTERS)
El centrocampista del Real Madrid Jude Bellingham calienta con el balón. Juanjo Martín (EFE)

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