Rafael Louzán, condenado por prevaricar, fía la estabilidad del fútbol español a ganar su recurso en el Supremo

El barón gallego, favorito a ganar las elecciones a la RFEF, no aclara si seguiría como presidente si la condena es ratificada. Sus asesores creen conveniente estudiar la modificación de los estatutos federativos que juegan en su contra

Rafael Louzán, candidato a la presidencia de la RFEF, este viernes, durante la presentación de su programa electoral.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

Rafael Louzán, favorito por delante del valenciano Salvador Gomar y del extremeño Sergio Merchán a ganar las elecciones a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se celebran el próximo el lunes, está dispuesto a poner en manos del Tribunal Supremo (TS) la estabilidad del fútbol español que tanto defiende en su programa, presentado este viernes en la planta 29 del Hotel Eurostars de Madrid. Louzán se enroc...

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Rafael Louzán, favorito por delante del valenciano Salvador Gomar y del extremeño Sergio Merchán a ganar las elecciones a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se celebran el próximo el lunes, está dispuesto a poner en manos del Tribunal Supremo (TS) la estabilidad del fútbol español que tanto defiende en su programa, presentado este viernes en la planta 29 del Hotel Eurostars de Madrid. Louzán se enroca en su fe en que la justicia le dé la razón y, como los 51 asambleístas que le avalaron para presentarse, asume el temerario riesgo de que los magistrados del Supremo, que abordarán el caso el 5 de febrero, ratifiquen la condena por prevaricación que recae sobre él.

Esto supondría otro bochorno internacional para la federación y el fútbol español después de los escándalos de Luis Rubiales y Pedro Rocha. Louzán admite que el riesgo existe, pero entiende que, por la fe que tiene en que su recurso ante el TS prospere, más la confianza que han depositado en él los más de diez presidentes de territoriales que le apoyan y LaLiga, entre otros, merece la pena exponer de nuevo la imagen reputacional de la RFEF y del fútbol español.

–¿Si la condena que recae sobre usted de siete años de inhabilitación para ocupar cargo público por prevaricar es ratificada por el Tribunal Supremo seguiría adelante como presidente de la RFEF de ser elegido?

–Tengo una fe ciega en relación a la solución de este caso y estoy muy tranquilo. Estoy convencido de la labor de la justicia; esto pasó hace 12 o 13 años. Presentamos un recurso de casación que, como saben, ha sido admitido a trámite. Ese filtro lo pasan muy pocos y tengo una fe absoluta en la justicia. Creo en las cosas que hago, existe el riesgo de equivocarse, pero en esta ocasión estoy muy, muy tranquilo.

–¿Y si se ratificara la condena?

–Solo me planteo el escenario en el que estoy hoy y, por lo tanto, es momento de trasladar mi seguridad y la de mi equipo jurídico.

Louzán es tenido por sus adeptos, e incluso por sus críticos, como un gran gestor y un hombre clave en la paz que reina ahora entre la RFEF y LaLiga.

El candidato a la presidencia de la RFEF respondió a EL PAÍS durante el turno de preguntas; luego, también en privado. El barón gallego basa su confianza en que la condena será revocada porque la segunda sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra eliminó los dos años de cárcel impuestos en primera instancia. Y en el bajo promedio, entre un 7% y un 10%, de recursos de casación admitidos por el Tribunal Supremo. Sin embargo, Louzán no explica que el porcentaje de recursos que no prospera está entre un 85% y un 90%. Ante este dato, exclama: “¡Respétenme la presunción de inocencia. Denme tiempo!

El gallego ha manifestado en varias ocasiones que su condena a siete años de inhabilitación para ocupar cargo público por prevaricar en una subvención de 93.000 euros para remodelar el campo de fútbol de Moraña es una cuestión de interpretación jurídica. Sin embargo, la sentencia de la Audiencia Provincial es muy tajante al incidir en que Louzán prevaricó al votar a favor del acuerdo de conceder la subvención “a sabiendas de que era ilegal y arbitrario porque respondía a un artificio para, burlando las barreras de la normativa, satisfacer las reclamaciones de la contratista, infringiendo el deber de transparencia y no protegiendo los derechos de la Administración”.

Además de estar pendiente de lo que resuelva el Tribunal Supremo, en contra de Louzán juegan los propios estatutos de la federación, que en su artículo 19.4, referente a los requisitos para formar parte de los órganos de gobierno federativos establecen como condición “no estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos”. Esto no le ha impedido presentarse a las elecciones, pero sí le niega el acceso a los órganos de gobierno. El presidente de la federación también lo es de la Asamblea y de la Comisión Delegada. Ante el incumplimiento de la normativa estatutaria de la RFEF, el Consejo Superior de Deportes ha anunciado que elevará una denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) si Louzán accede a la poltrona del fútbol español.

El que fuera presidente de la Diputación de Pontevedra por el Partido Popular es consciente del obstáculo que pueden suponer los estatutos federativos. Por eso quiere cambiarlos. En un informe de ocho páginas elaborado por uno de sus asesores jurídicos y al que ha tenido acceso EL PAÍS se puede leer: “Conviene estudiar el modo en que hay que modificar los artículos 19 y 24 de los estatutos de la RFEF”. El artículo 24 tiene que ver con el cese en los cargos para cualquier persona afectada por las restricciones del 19 (citado anteriormente), como es el caso de Louzán. A continuación, se detallan cuatro puntos entre los que está la limitación a las inhabilitaciones especiales, si el cargo es análogo (esta es la que pesa sobre Louzán). Por último, aparece un quinto punto, que ofrece alternativas para ser elegible y determinar circunstancias diferentes de las que hay ahora para el cese.

Fuentes jurídicas consultadas señalan que esto es legislar ad personam, es decir, hacer leyes que favorezcan a una única persona. “Sería una especie de autoindulto”, señala una de las fuentes consultadas. “No se trata de que cambien los estatutos, es que se adapten a la Ley del Deporte del año 2022″, asegura Louzán. Y prosigue: “Me llamó un abogado y me dijo que los estatutos federativos están sin adaptar a la Ley del Deporte. Hay un año para adaptarlos, he preguntado y sí se ha aprobado su adaptación en abril de 2023 y el CSD, que tiene que ratificarlo, no contesta. Los estatutos no hablan de sentencia firme [como causa para no ser elegible], pero la Ley del Deporte y la Orden Ministerial sí y son de rango superior. No sé por qué el CSD no ratificó la modificación”.

Consultado el CSD, confirma que sí llegó la petición de ratificación estatuaria, pero que no estaba incluida la modificación del artículo 19.4 y que había dictámenes en contra de LaLiga y de LaLiga F. Y añaden desde el organismo que preside Rodríguez Uribes que la directiva de Pedro Rocha también solicitó que no se tuviera en cuenta la petición de ratificación porque la modificación era de la etapa de Luis Rubiales. Los estatutos federativos, por lo tanto, son los vigentes y no exigen que la sentencia sea firme.

El otro riesgo que corre Louzán si se ratifica su sentencia es que no pueda formar parte de los comités de la UEFA y de la FIFA, pero insiste en su confianza en que la justicia le dé la razón.

–No me planteo ese escenario.

–Pero debería planteárselo porque puede pasar.

–Es que puede pasar que me puedo morir mañana y hay que buscar otro presidente porque este se ha muerto.

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