Atalanta ATA
2
Charles De Ketelaere 46' (p), Ademola Lookman 64'
Real Madrid RMA
3
Kylian Mbappe 9', Vinicius Junior 55', Jude Bellingham 58'
Finalizado

El Madrid despierta sobre el filo

Muy abajo en la tabla de la Champions, el equipo de Ancelotti derrota a los italianos, uno de los equipos más en forma de Europa, con goles de Mbappé, que se fue lesionado, Vinicius y Bellingham, de nuevo brillante y expansivo

Bellingham celebra su gol, el tercero del Madrid al Atalanta.Image Photo Agency (Getty Images)

La noche tenía cierto aroma de límite, con el Real Madrid en el puesto 24º de la tabla, un lugar insólito para el rey de Europa ahogado por lesiones y desajustes. También por el rival, uno de los equipos con más cuerpo del continente, invicto desde septiembre. Y en ese escenario, después de tres derrotas en las cinco primeras jornadas de la nueva Champions, el Madrid volvió a emitir señales de rebeldía, como en los momentos más críticos, y se llevó de Bérgamo una victoria notable, muy cruda, la primera seria fuera de casa del curso, con una función abierta por el mejor Mbappé y abrochada por Vinicius y Bellingham: el gran trío afinado en una misma velada, aunque enseguida cayó el francés.

ATAAtalanta
2
Marco Carnesecchi, Berat Djimsiti (Odilon Kossounou, min. 73), Isak Hien, Sead Kolasinac, Marten de Roon, Matteo Ruggeri (Nicolò Zaniolo, min. 86), Raoul Bellanova (Davide Zappacosta, min. 74), Éderson, Mario Pasalic (Lazar Samardzic, min. 57), Ademola Lookman y Charles De Ketelaere (Mateo Retegui, min. 73)
RMAReal Madrid
3
Thibaut Courtois, Fran García, Antonio Rüdiger, Lucas Vázquez, Aurélien Tchouaméni, Jude Bellingham (Arda Güler, min. 86), Vinícius Júnior, Dani Ceballos (Luka Modric, min. 83), Brahim Díaz (Raúl, min. 83), Federico Valverde y Kylian Mbappé (Rodrygo, min. 35)
Goles 0-1 min. 9: Kylian Mbappe. 1-1 min. 46: Charles De Ketelaere. 1-2 min. 55: Vinicius Junior. 1-3 min. 58: Jude Bellingham. 2-3 min. 64: Ademola Lookman
Arbitro Szymon Marciniak
Tarjetas amarillas Aurelien Tchouameni (min. 46), Lucas Vázquez (min. 91), Kouakou Odilon Kossounou (min. 91)

El Madrid compareció en Bérgamo dispuesto a dictar el guion por una vez ante uno de esos equipos de altas revoluciones que le provocan parálisis esta temporada. El Atalanta ha cambiado mucho desde que se vieron la última vez, en agosto en la Supercopa en Varsovia. Aquel equipo a medio hacer, recién agujereado por las lesiones y la deserción de Koopmeiners, la piedra angular de Gasperini, ha cuajado en cuatro meses en uno de los equipos más afinados de Europa, líder sólido de la Serie A. La desconfianza sobre su célebre defensa al hombre era aún mayor que entonces, con este Madrid al que le cuesta respirar y encontrar caminos cuando le aprietan. El primer balón que jugaron lo propulsó Courtois 60 metros en busca de la carrera de Bellingham y Mbappé. Era una de las estrategias de Ancelotti para sobrevivir a la asfixia.

Se trataba de una muestra del catálogo con el que pensaban aplacar al Atalanta. La otra era la movilidad desatada, una especie de caos armónico en el que Brahim aparecía por cualquier parte para tirar una pared, aguantar la pelota y, sobre todo, para arrastrar a su pareja fuera de zona. Metieron a los italianos en la coctelera de su intercambio de posiciones. Se movían también Bellingham, Mbappé, Ceballos, y hasta Lucas Vázquez, y ejecutaban una danza precisa y veloz con la pelota. En Bérgamo, la música la tocaba el Real.

Y sobre todo Brahim, que se presentaba siempre en los lugares que parecían incomodar más al grupo de Gasperini y encontraba a Mbappé con una facilidad que apenas se había visto. Aunque la primera vez que le citó con el portero, el francés como tantas veces recientes, no logró eludirle.

Acertó el lance más complejo, una jugada en la que volvieron a usar la salida de emergencia del pase largo, esta vez de Rüdiger. Mbappé pinchó el globo y se lo entregó a Brahim, que se la devolvió al borde del área. El francés ejecutó ahí tal vez el movimiento más deslumbrante desde que debutó con el Madrid, también contra el Atalanta. Con el control y un giro de cadera se deshizo de De Roon y cruzó un derechazo a la red.

Seguía en esa especie de despertar que señala Ancelotti. Entendía mejor hacia dónde correr, lo hacía con más insistencia y resultaba más amenazante. Aunque tras otra cabalgada desperdició una oportunidad ante el portero.

Entonces sucedió algo que pasó inadvertido. Rodrygo salió a calentar un par de minutos en la banda mientras el Atalanta iba aproximándose más y más a Courtois. El foco pasó de Brahim a Rüdiger. El alemán bloqueó un par de ocasiones a menos de un metro de la raya de gol, al tiempo que miraba con cierta desesperación a Tchouameni, su compañero esa noche en la que Asencio volvió a empezar en el banquillo. El francés dominaba el aire, pero sufría alguna dificultad más por la tierra en el costado derecho que compartía con Lucas. Por ahí les atacaba Lookman, la mayor amenaza de los italianos.

Y entonces se entendió el fugaz calentamiento de Rodrygo. Mbappé se sentó en la hierba, a la espera de un cambio. Justo cuando empezaba a asomar el jugador que se esperaba, también a él le detuvieron los isquios de la pierna izquierda. Nada le dura demasiado a este Madrid de músculos delicados. Entró el brasileño, que regresa de puntillas y con sobresaltos de otra lesión, y el Atalanta siguió con su avance de líneas. Con las internadas de Bellanova y Ruggeri por los costados y los movimientos entre líneas del clarividente De Ketelaere. Pero el Madrid aguantaba. Y cuando ya se veía en el vestuario, Kolasinac pisó el área, se cruzó delante de Tchouameni, y el francés le derribó. De Ketelaere clavó el penalti en la escuadra y el Real se fue al descanso con una inquietud que creía haber esquivado.

El momento lo despejó la aparición de un desaparecido. Vinicius saltó en Bérgamo directo de la lista de bajas a la del once, como sucede en esta época de escasez y desdichas encadenadas. Pero el Vinicius que volvió no era el que se había ido, claro. El brasileño se movía impreciso, cauteloso, frustrado hasta por un resbalón. No había sintonizado la frecuencia del choque y sin embargo, cuando una presión de Brahim provocó un rebote y le cayó la pelota delante, conectó un zurdazo cruzado que abrió dos minutos de desorientación de los italianos. Casi con el mismo hilo, Bellingham, en otra de sus noches expansivas en las que parece capaz de hacerlo todo, bordó el tercero después de un buen engaño en el área.

Pero el Atalanta no ha trepado a la cumbre de la Serie A deshaciéndose bajo cualquier llovizna. Seguía cargando, con Ceballos y Valverde sosteniendo el centro, hasta que Lookman se despegó de Lucas y acertó abajo muy cerca del poste. Gasperini quería más y metió a Retegui, su pichichi, metió a Zaniolo: todo lo que encontró para seguir empujando. Y casi le funcionó. Al argentino se le escapó arriba un remate a medio metro de la línea. El Madrid aguantó para poner el lazo a un partido de derroche y talento que le permite escalar algo en la tabla y casi le garantiza el playoff.


Clasificación
Clasificación PT PJ PG PE PP
11
ATM
12 6 4 0 2
12
MIL
12 6 4 0 2
13
ATA
11 6 3 2 1
14
JUV
11 6 3 2 1
15
BEN
10 6 3 1 2
Clasificación PT PJ PG PE PP
18
FEY
10 6 3 1 2
19
BRU
10 6 3 1 2
20
RMA
9 6 3 0 3
21
CLT
9 6 2 3 1
22
MNC
8 6 2 2 2

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