El estelar regreso de Dani Olmo

El futbolista de Terrassa, con pasado en La Masia, entierra el escepticismo de su fichaje con cinco tantos en cinco encuentros ligueros: un gol cada 54 minutos

El centrocampista del FC Barcelona Dani Olmo (d) después de marcar su segundo gol durante el partido de Liga ante el Espanyol este domingo en el estadio Lluís Companys.ENRIC FONTCUBERTA (EFE)

Su fichaje, única gran contratación del Barcelona esta temporada, fue cuestionado. No por su calidad como jugador, sino por su hueco y necesidades del equipo. En su primer partido contra el Rayo Vallecano —no pudo ser inscrito hasta la tercera jornada— disipó las posibles dudas. Pero ahora, Dani Olmo (Terrassa, 26 años), tras regresar de la lesión de bíceps femoral que le apartó durante un mes de los terrenos de juego, ha demostrado su necesi...

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Su fichaje, única gran contratación del Barcelona esta temporada, fue cuestionado. No por su calidad como jugador, sino por su hueco y necesidades del equipo. En su primer partido contra el Rayo Vallecano —no pudo ser inscrito hasta la tercera jornada— disipó las posibles dudas. Pero ahora, Dani Olmo (Terrassa, 26 años), tras regresar de la lesión de bíceps femoral que le apartó durante un mes de los terrenos de juego, ha demostrado su necesidad. Contra el Espanyol el pasado domingo fue el termómetro del equipo con un doblete en el primer tiempo.

“Dani sabe cómo marcar y eso es fundamental”, aseguró Hansi Flick tras el encuentro. Omnipresente sobre el terreno, domina los tempos, activa al Barcelona y lo pausa. De otorgar el último pase, pero también de potente golpeo a portería. Su rendimiento inmediato y su gran versatilidad como enganche se reflejan en los datos: cada 54 minutos, un gol. En total, cinco tantos en cinco partidos ligueros diputados y en tan solo 13 disparos, siete entre palos. Hace una década se marchó de La Masia para tener minutos. Creció en Europa —Croacia y Alemania—, y ahora es uno más en la lista de jugadores que se marcharon para volver. Pero su regreso está siendo a lo grande.

“El Barça puede afrontar fichajes de la magnitud de los que se hablan”, aseguró Joan Laporta el 25 de julio en la presentación del entrenador alemán. Se esperó con ilusión la llegada de Nico Williams, pero se quedó en Bilbao, y el Barcelona se lanzó a por Olmo. Fue protagonista en la Eurocopa del pasado verano en la que España se alzó victoriosa, y fue el máximo goleador —un pichichi compartido con otros futbolistas— con tres tantos. Él quería regresar al club de sus inicios. “Olmo nos costó 47 millones”, confirmó el presidente en la Asamblea General sobre su traspaso. “¿Es Olmo el fichaje que necesita el Barcelona?”, resonaba entre la afición y la prensa, con la incertidumbre de si eclipsaría a Pedri o Fermín con Ilkay Gündogan todavía en la plantilla.

Comenzó su formación en la cantera del Espanyol. Pero con nueve años, en 2007, lo llamaron de La Masia: se integró en el Alevín B. Lloró cuando hizo el cambio; quería quedarse con sus amigos en el club perico. Después agradeció la decisión de su padre, Miquel Olmo, exfutbolista y exentrenador. “Tengo buenos recuerdos en La Masia de estos derbis”, aseguró a los medios del club tras el encuentro contra el Espanyol. Creció con el ADN del Barcelona y terminó marchándose tras siete años en la cantera: cambió Barcelona por Croacia en 2014. Tan solo tenía 16 años cuando le llegó una oferta del Dinamo de Zagreb. No estaba tan asustado como cuando dejó el Espanyol; su verdadero miedo era no jugar, perderse en el sistema y ser un futbolista más, sin rumbo claro al primer equipo y quedarse eternamente en el filial. Sus compañeros y club se sorprendieron, pero en Croacia, terreno fértil de jóvenes talentos, se desarrolló futbolísticamente, alternó primer y segundo equipo hasta consolidarse y aprendió el idioma. En total, 124 partidos, 34 goles y 27 asistencias. Hasta que fue traspasado al RB Leipzig de Alemania en enero de 2020. En la Bundesliga curtió su juego vertical. En 148 partidos marcó 29 goles y dio 30 asistencias.

Y en verano de 2024, de nuevo Barcelona. No pudo debutar hasta el encuentro en Vallecas. Entró en el segundo tiempo en una carta de presentación que dejó un posible penalti, un disparo al travesaño y el gol de la victoria. Pero sobre todo aceleró el ritmo y dio desequilibrio, aunque también pausa. “Dani nos da mucha tranquilidad. Entiende muy bien el fútbol. Nos va a aportar muchísimo”, sostuvo Pedri tras el encuentro. Volvió a marcar contra el Valladolid, también contra el Girona, poco antes de lesionarse: seis encuentros perdidos. Regresó para probar ante el Bayern y el Madrid. Su titularidad ante el Espanyol la transformó en MVP.

Su gran retorno solo pueden eclipsarlo sus lesiones y su inscripción temporal. Desde 2021 ha pasado 304 días en la enfermería. Registrado de manera provisional aprovechando la lesión de Christensen, el Barcelona deberá encontrar la fórmula de inscribirlo a partir de enero si desea aprovechar su tirón.

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