La aciaga noche de Sorloth y un discutible penalti hunden al Atlético ante el Lille
Los de Simeone caen ante el conjunto francés tras un gran primer tiempo en el que pudieron sentenciar
Tras un primer tiempo notable, pero con una noche aciaga de Sorloth, negado ante la portería, el Atlético cayó ante el Lille. El conjunto francés fue lo que el equipo de Simeone no pudo ser, aunque fuera favorecido por uno de esos penaltis que están en la cabeza de los árbitros que profesan el nuevo testamento arbitral. Una mano de Koke, cuando la pelota le venía de un rebote, fue castigada con penalti. Previamente, hubo una mano de un delantero del Lille, en la disputa de un globo en el área, lo que debía anular la del capitán rojiblanco. El colegiado no fue ni a consultar el VAR. El lance puso por delante al equipo galo después de que el Atlético solo pudiera irse al descanso con un gol de ventaja cuando pudo anotar dos o tres tantos más.
Europa no perdona concesiones y el Atlético las hizo con su falta de contundencia en el área. Recibió un castigo excesivo con el 1-3 final, pero también es cierto que su segundo tiempo no estuvo a la altura del primero. Un lastre esa falta de acierto porque cuando el Lille le empató a la hora de juego ya no tuvo capacidad de reacción. La derrota convierte ya en una final cada uno de los cinco partidos que le restan para al menos poder estar en los octavos de final que disputan los equipos clasificados entre el noveno y vigesimocuarto puesto.
Tras del batacazo de Lisboa ante el Benfica (4-0) no había lugar a la especulación. Ni desde la alineación ni desde la propuesta. El tridente Griezmann, Julián Alvarez y Sorloth a la palestra y una línea de cuatro atrás con los laterales afilados. Con cuatro defensas en la enfermería (Le Normand, Azpilicueta, Lenglet y Llorente) a Simeone se le hacía complicado cuadrar una defensa de tres centrales que le agradara. Debió aliviarle que Bruno Genésio dejara en el banco a sus dos grandes amenazas, su goleador Jonathan David y el extremo Zhegrova. La arrancada del Atlético fue demoledora más allá de una mala entrega en la primera pelota que propició una transición amenazante del Lille. Después, el conjunto francés quedó engullido por la presión rojiblanca y la intención de Griezmann de apuntar el aguijón hacia la espalda de los centrales. Sorloth porfió una de esas pelotas finas y la ganó para plantarse ante Chevalier. Su intento de picada fue un horror. La pelota salió fuera de banda. Fue el anuncio de la mala noche que le esperaba. La antítesis de Julián Alvarez. A la primera que tuvo, el argentino no perdonó. Agobiado por la presión de Griezmann, Traoré se confió y en su intento de jugar la pelota para Chevalier la dejó corta. Allí apareció la Araña para superar con un toque suave para salvar al meta del Lille.
En ocho minutos el Atlético culminaba su salida coral con Griezmann para limpiar y afinar cada ataque que tenía que galvanizar. Tras su renuncia a la selección francesa parece decidido a incrementar su influencia en el juego. Simeone le ha concedido la plena libertad de la que gozaban los dieces clásicos. Y emerge un jugador que disfruta por derecha, por izquierda o por el medio para dibujar ataques y pases rompedores. Uno de ellos, desde la circunferencia central, fue delicioso. Puso en ventaja a Sorloth, que intentó una vaselina que le cazó sin problemas Chevalier. El meta galo dejó para el recuerdo un vuelo y una mano tan estéticos como imposibles para atajar un cabezazo de Giménez. El masivo perdón del Atlético terminó, cómo no, por certificarlo Sorloth. De nuevo Griezmann le puso un caramelo al noruego. Esta vez, caído a la izquierda dibujó una comba que Sorloth envió por encima del larguero. Consciente del derrumbe que podía suponer tanto error, Simeone reclamó a la grada que aplaudiera a su frustrado delantero. Necesita el Atlético que Sorloth retome la confianza. Le dio vida al Lille, al que la lesión de Cabella benefició porque entró en escena el habilidoso Zhegrova.
La falta de acierto propició que el Atlético se marchara al descanso con un solo gol en el zurrón. Una ventaja siempre inquietante, propicia para que un bajón y cualquier arrebato meta al rival en el partido. Y así sucedió. Decayó un tanto la presencia en campo contrario del equipo de Simeone y Zhegrova se inventó una rosca desde fuera del área a la que Oblak no pudo llegar.
Un mazazo del que el Atlético pudo levantarse, pero Griezmann no pudo dirigir a puerta su acrobático remate tras un buen centro de Galán. De seguido, llegó el discutido penalti. David, que ya estaba en el campo, no perdonó. Tampoco lo hizo cuando aprovechó un balón suelto que pegó mordido para rematar a un Atlético que no mereció ese castigo.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
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25
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3 | 3 | 1 | 0 | 2 |
26
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3 | 3 | 1 | 0 | 2 |
27
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3 | 3 | 1 | 0 | 2 |
28
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2 | 3 | 0 | 2 | 1 |
29
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1 | 3 | 0 | 1 | 2 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
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13
|
6 | 3 | 2 | 0 | 1 |
14
|
6 | 3 | 2 | 0 | 1 |
15
|
6 | 3 | 2 | 0 | 1 |
16
|
6 | 3 | 2 | 0 | 1 |
17
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5 | 3 | 1 | 2 | 0 |