LaLiga trabaja para que el Barcelona - Atlético del 22 de diciembre se dispute en Miami
La patronal necesita el consentimiento de la FIFA, a la que ya se le ha pedido autorización, la UEFA y la Federación, que bajo el mandato de Luis Rubiales se opuso firmemente
LaLiga trabaja para que el Barcelona-Atlético del próximo 22 de diciembre correspondiente a la jornada 18 del campeonato liguero se dispute en Miami. Así lo confirman diversas fuentes del sector consultadas, entre ellas el club madrileño. La idea de disputar un encuentro de la competición en Miami no es nueva. Ya hubo una intentona en 2018, pero la oposición de la FIFA, la UEFA, y, sobre todo, de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que presidía Luis Rubiales impidió que el partido elegido, un Girona-Barcelona, se celebrara en Miami. Un año más tarde se intentó con un Villarreal-Atlético, pero tampoco prosperó.
LaLiga aún debe contar con el permiso de las tres entidades citadas, pero el contexto al que se enfrenta para sacar adelante el proyecto ha cambiado mucho desde entonces. Según ha podido saber EL PAÍS de fuentes de la patronal, la solicitud a la FIFA del permiso para que azulgranas y rojiblancos diriman un duelo que se antoja crucial para la pelea por el título se ha producido recientemente. Estas mismas fuentes aseguran que ha sido Relevent, la empresa estadounidense especializada en la organización de eventos deportivos, la que con la aquiescencia de LaLiga lo ha solicitado. Cabe recordar que es la entidad que preside Javier Tebas la que determina las fechas y los horarios de sus partidos y, por lo tanto, es la principal impulsora de que el Barcelona-Atlético se dispute en el estadio Hard Rock de Miami.
La Federación dice no haber recibido todavía una notificación al respecto. Rubiales ya no la preside y las relaciones con LaLiga se han retomado bajo la presidencia de Pedro Rocha, ahora suspendido por el Tribunal Administrativo del Deporte. Sin embargo, la empatía entre ambas instituciones se mantiene y no se prevé que en esta ocasión la RFEF acuda a los juzgados de lo mercantil, que le dieron la razón en su intento de impedir que el Girona-Barcelona se jugara en tierras americanas.
Tanto la FIFA como la UEFA parecen más abiertas a esa globalización de las competiciones domésticas al estilo de la NBA y de la NFL estadounidenses. La propia UEFA que preside Alexander Ceferin tiene entre sus aspiraciones celebrar algún día una final de la Champions League en territorio estadounidense. Fuentes de las negociaciones señalan que LaLiga se ha dirigido primero a la FIFA ante la falta de un presidente electo en la RFEF. La normativa a seguir es que primero apruebe el partido la Federación, después la UEFA y la última palabra la tenga la FIFA. También se necesitaría el consentimiento de la Confederación Centroamericana de Fútbol (Concacaf) y de la propia federación estadounidense de fútbol porque el encuentro se disputaría en su territorio.
No parece probable que la FIFA deniegue el permiso, una vez que su Consejo aprobara el pasado mes de mayo la creación de un grupo de trabajo con Relevent para llevar partidos de las ligas europeas a Estados Unidos. LaLiga también tiene firmado una joint-venture con Relevent con objetivos similares y esta compañía ya fue elegida para organizar el Girona-Barcelona que finalmente no se pudo celebrar en la principal ciudad del Estado de Florida. Fuentes de LaLiga admiten que Relevent se ha puesto en contacto con la FIFA para negociar este partido. “Todavía faltan algunos pasos, es una petición que los clubes nos han hecho. Es una oportunidad de crecimiento, la NBA y la NFL ya disputan partidos fuera de Estados Unidos. Faltan pasos por dar, pero la idea nos gusta”, defienden en la patronal. Por su parte, en el Atlético admiten que son proactivos a este tipo de iniciativas que sirvan para dimensionar la marca de LaLiga fuera de España, con los consiguientes beneficios económicos para todos los clubes. Por su parte, añaden otras fuentes consultadas, el hecho de que el Barcelona aún esté jugando sus partidos en Montjuïc facilita que el duelo se traslade a Miami. “Arrancar un partido del Metropolitano o del nuevo Camp Nou, cuando esté finalizado, no será fácil”, admiten fuentes conocedoras de las conversaciones. En el Barcelona, por su parte, no confirman ni desmienten la idea de que ese partido se dispute en Estados Unidos. “Aún no se sabe”, aseguran en el club azulgrana. De todas las partes implicadas es el Barcelona el que debe construir un relato más convincente para convencer a sus aficionados.
Aficiones globales
Desde hace tiempo en LaLiga se maneja el concepto de aficiones globales para justificar los horarios de los partidos según lo que marcan las audiencias de los países en los que se retransmiten los partidos. Para este caso, todo apunta a que también se aplicará la teoría de que no solo son aficionados los que residen en el país de origen o los que compran los abonos. La globalidad del negocio del fútbol trata de imponerse a las reivindicaciones de los hinchas autóctonos, guardianes de las esencias y de las identidades de los clubes. Cuando se intentó trasladar el Girona-Barcelona a Miami, se barajó la posibilidad de que los clubes facilitaran el desplazamiento de aficionados locales. “Eso es una cosa que tendrán que decidir los implicados, pero aún no estamos en ese punto. Aún queda para llegar a ese paso”, manifiestan en LaLiga.
En su momento, la patronal también se encontró con la oposición del sindicato de futbolistas (AFE) porque se vulneraba el convenio colectivo al afectar las fechas programadas a las vacaciones de los jugadores. Además, su presidente, David Aganzo, mostró su malestar porque LaLiga había maniobrado sin consultar con nadie. No parece el caso ahora, aunque en la AFE, como en la Federación, aseguran que aún no han recibido comunicación oficial. La intención es reunir a los jugadores para pulsar su opinión en el momento en el que tengan una comunicación oficial. No hay que olvidar que el partido se disputa en un contexto en el que los jugadores están meditando la posibilidad de plantear una huelga por los excesos del calendario y la multitud de viajes que creen que afectan a su salud y están propiciando la epidemia de lesiones graves que se han dado últimamente. Las ligas europeas, LaLiga y la sección europea del sindicato mundial de futbolistas (Fifpro) presentaron hace una semana una demanda contra la FIFA por el calendario y los cientos de miles de kilómetros que hacen los jugadores de los grandes clubes, lo que no deja de ser una contradicción en el caso de LaLiga.
Otro de los opositores a jugar partidos en Miami fue el Real Madrid. Si se opone, también incurrirá en una pequeña contradicción. En 2025 tiene previsto acoger un partido de la NFL en el Bernabéu.