El Barcelona se lleva por la mínima el empapado y retrasado Clásico de pretemporada en New Jersey

Un partido marcado por las ausencias de los grandes nombres de cada plantilla y una tormenta eléctrica que obligó suspenderlo por más de una hora fue decidido por un doblete del culé Pau Victor a pesar del descuento de Nico Paz

Pau Victor y sus compañeros celebran su segundo gol del partido amistoso contra el Real Madrid en el estadio MetLife de Nueva Jersey.Vincent Carchietta (USA TODAY Sports via Reuters Con)

Los colores de la camiseta sobre el verde del césped son inconfundibles. Es un Clásico. La presencia de todo lo demás que hace un Clásico un Clásico, sin embargo, se puede debatir. Jugado en el estadio MetLife de Nueva Jersey bajo una inclemente lluvia, que trajo consigo una tormenta eléctrica que obligó suspender la acción por poco más de una hora, el partido de fútbol de clubes más famoso del mundo fue una exhibición marcada más por las ausencias de los grandes nombres de cada plantilla, de intensidad variada, con muchos cambios y poca chispa: un amistoso de pretemporada. Se lo llevó el Barça por la mínima con un doblete del canterano de 22 años Pau Victor, a pesar del descuento de Nico Paz para los de blanco.

El partido de este sábado comenzó a la hora estipulada a pesar de una amenaza de rayos peligrosos por una fuerte tormenta que azotó en la tarde la zona de Nueva York —el corazón de Manhattan se encuentra a solo 13 kilómetros del estadio— y que incluso dejó en el aire que se llevara a cabo en primer lugar. Los miedos de los 82.500 aficionados que abarrotaron el estadio, que será la sede de la final del Mundial en dos años, no se hicieron realidad, pero un susto les llegó pasados 11 minutos de juego en los que había dominado el Barcelona y obligado una atajada de Courtois tras un tiro de esquina. Se detuvo el partido por el riesgo que suponían los rayos y se anunció que se suspendía hasta nuevo aviso. Los jugadores al vestuario, los aficionados, fuera de las gradas y resguardados dentro del estadio.

Poco más de una hora después, las dos plantillas salieron una vez más al campo. Los hinchas tomaron sus lugares y aunque tal vez pagaron desde 240 dólares hasta, según algunos reportes, 30.000 con la ilusión de ver a los grandes nombres de ambos equipos —como el fichaje estrella del Madrid, Kyllian Mbappé, o Jude Bellingham, Eduardo Camavinga, Federico Valverde, Lamine Yamal, Gavi, Pedri o Ronald Araújo— en los once titulares de cada equipo no figuraba ninguno de sus nombres. Entre las vacaciones más largas para los jugadores que llegaron a instancias finales de la Eurocopa o Copa América, algunos que están compitiendo en París 2024 y los lesionados, Carlo Ancelotti y Hansi Flick, en el banquillo de su primer Clásico, tenían a su disposición una mezcla de jóvenes y algunos jugadores del primer equipo, la mayoría recién incorporados a los entrenamientos.

Aficionados salen del estadio por alarma de lluvia y tormenta eléctrica. Angel Colmenares (EFE)

Tras la reanudación del partido, el ritmo tardo un poco en llegar. En el minuto 23, Arda Güler, que empezó en el costado derecho aunque se aventuró al centro del campo a lo largo del encuentro, anotó un gol que fue rápidamente anulado por fuera de juego, pero que encendió por primera vez al público. Luego un caño de Endrick, que jugaba su segundo partido para los merengues, a Íñigo Martínez y un disparo del adolescente brasileño que pasó apenas desviado y demostró que necesita muy poco espacio para desenfundar limpiamente, encendió por un momento al Madrid.

Sin embargo, el primer golpe lo dieron los blaugranas. Con 41 minutos en el reloj, un centro incisivo del lateral derecho Álex Valle, aprovechando que jugaba con el perfil invertido, encontró a un Lewandowski que le había ganado la posición a Militao. El polaco, en el aire, hizo un pase horizontal, dejando el balón para Pau Victor, que quedó con la sencilla tarea de rematar con la cabeza y meterla a una red vacía.

Llegó el medio tiempo, que fue solo de cinco minutos para compensar ligeramente el retraso anterior, y empezaron los cambios. Tres sustituciones para el Barça antes de que en el 52 de nuevo Pau Victor se encontrara sin marca en el momento y lugar indicados. Una vez más, Alex Valle recibió en la banda derecha y esta vez mando un centro raso con el exterior del pie izquierdo, para que Victor se estirara bajo los palos y mandara la pelota a guardar sin ninguna dificultad.

Poco después empezaron los cambios del Madrid. En el minuto 56 entró Vinicius, la única superestrella del Madrid presente aparte del veterano Luka Modric, por Brahim Díaz, que había pasado desapercibido. El brasileño inmediatamente le inyectó otro ritmo a su equipo y le dio algo de espectáculo a los aficionados encarando una y otra vez al lateral culé.

En total, el Barcelona hizo once cambios y el Madrid seis. Cuando salió Endrick por Nico Paz, con 68 minutos jugados, el turco Güler pasó a jugar de centro delantero. Pero fue precisamente Paz quien recortó distancias con un testarazo contundente sin marca desde el segundo palo, en un tiro de esquina en el que la defensa del Barça quedó completamente expuesta.

Para la última jugada del partido, un centro al área de Modric desde una falta, Courtois subió para dar un poco de teatro, pero no hubo gol de último minuto. El Barça de Hansi Flick ganó así su primer Clásico, pero el partido dejó pocas pistas de lo que le depara a cada equipo en el curso que está por comenzar.

Eso sí, en Estados Unidos los culés son reyes. Fue el cuarto amistoso que juegan Real Madrid y Barcelona en tierras estadounidenses desde 2017 y el tercer año consecutivo que se ven las caras en verano en el país norteamericano. En todos ha salido victorioso el cuadro culé. Ahora, a ambos les quedará un partido de preparación antes de regresar a casa: el Madrid jugará el martes contra el Chelsea en Charlotte y el Barcelona hará lo propio contra el Milán en Baltimore.

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