Jude Bellingham, “el joven más viejo del mundo” se reencuentra con su pasado amarillo
El mediapunta inglés se formó en el Dortmund entre 2020 y 2023, donde asomó las cualidades que ahora explota Ancelotti
Antes de empezar su última temporada en el Dortmund, a Jude Bellingham le recordaron en una entrevista con los medios del club que se cumplían 25 años de la única Champions del equipo. Le hablaron de Lars Ricken, el héroe local que metió el 3-1 en la final contra la Juventus ocho segundos después de haber entrado y que permaneció en la entidad toda su carrera, y de la ambición por trascender con momentos como ese. “Especialmente, para los aficionados del Dortmund”, r...
Antes de empezar su última temporada en el Dortmund, a Jude Bellingham le recordaron en una entrevista con los medios del club que se cumplían 25 años de la única Champions del equipo. Le hablaron de Lars Ricken, el héroe local que metió el 3-1 en la final contra la Juventus ocho segundos después de haber entrado y que permaneció en la entidad toda su carrera, y de la ambición por trascender con momentos como ese. “Especialmente, para los aficionados del Dortmund”, respondió el joven, relajado en un sofá. “Eso dura más que cualquier coche o casa que te puedas comprar”, añadió. “Tienes que permanecer aquí el tiempo suficiente y llegará. Solo en el Dortmund”, apostillaron los entrevistadores mientras el inglés asentía.
Dos años después, con quien busca trascender Bellingham es ante el Dortmund en la final de la Champions (21.00, La1 y Movistar). “¿Quién lo hubiera imaginado?”, decía estos días con una sonrisa una de las personas que participaron entre bastidores en aquel encuentro, apelando a las cosas de la vida.
Después del mejor curso de su carrera, la carambola ha situado al madridista buscando su primera noche de gloria frente a la entidad que lo formó entre 2020 y 2023 tras dejar con 17 años sus orígenes en Birmingham. Lo llevaban siguiendo tres cursos, desde un partido sub-15 de Inglaterra. “Si vienes, te desarrollaremos y en dos años serás internacional”, le habían prometido desde el Westfalenstadion, según recordó el jugador en la BBC. Un cálculo que se quedó muy largo: a los cuatro meses ya había debutado con su selección. Treinta millones pagaron por este chico procedente de la Segunda inglesa después de ganarle el pulso al United, que mandó sin éxito a Alex Ferguson, Eric Cantona, Ole Gunnar Solksjaer y Bryan Robson a reunirse con la familia.
La primera impresión que causó en Alemania fue la misma que dejó a su llegada a España. “Recuerdo que, cuando hablé con él por primera vez, parecía todavía un chico, pero ya tenía mucha confianza y madurez para su edad”, cuenta un exempleado del Dortmund. Una descripción que Edin Terzic resumió de una forma muy gráfica: “Es el jugador de 19 años más viejo del mundo”, sentenció el actual entrenador del Dortmund, que lo dirigió como primer y segundo técnico. Un poco antes, el central Mats Hummels había abundado en lo mismo: “Es el jugador de 18 años más maduro que he visto”.
La madre (Denise) fue la que se ocupó de Jude en su aterrizaje en la cuenca minera del Ruhr, la que lo llevaba en coche a entrenar, mientras su padre (Mark) se quedó en Inglaterra con el hijo pequeño, Jobe. “En el campo ofrece un paquete completo”, destacó cuando firmó uno de los responsables de cantera, Otto Addo. Bueno, por ejemplo, en los tackles, aunque tuvieron que incidirle en que no cayera en faltas tontas.
“Su debut en Champions estuvo por debajo de la media [suplente en los tres primeros partidos]”, señala el extrabajador del Dortmund. “Él lo sabía y aprendió de ello. No hay que olvidar que tenía 17 años y venía de Segunda. Aceptó que necesitaría algo de tiempo para adaptarse y no le tomó mucho”, añade sobre una campaña europea que cerró anotando el único gol de su equipo en la derrota en la vuelta de los cuartos contra el City (1-2). “Me adapté muy rápido al club y al país”, valoraba en esa entrevista del verano de 2022 con el club. Allí hizo buenas migas con Erling Haaland, que le apodó “the new Stevie G” (en referencia Steven Gerrard), y devoró no menos de 15 veces el documental de Michael Jordan The last dance.
Más allá de una segunda campaña con curvas por el rendimiento del equipo -”tuve que tomar más responsabilidad de que la pensaba”, admitió- los tres cursos en Alemania fueron sacando punta al joven Jude y asomando las cualidades que han explotado en el Bernabéu. “Ahora soy un poco más decidido en el último tercio. Estoy cada vez más en el área de penalti”, aseguraba en enero de 2023.
Para entonces, su cuenta goleadora ya había pegado un estirón con Haaland en el City y su sustituto, Sébastian Haller, víctima de un cáncer de testículos. De los cuatro tantos en el año de su debut en Alemania pasó a 14 en el tercer curso. El paso del tiempo, además, le había hecho darse cuenta de que su carrocería debía dar un salto. “En la selección vi, a través de mis compañeros de la Premier, la importancia de trabajar más el físico. Lo hablé con nuestros preparadores [del Dortmund] para ganar músculo”, explicaba hace un año y medio.
Una progresión en varias pistas que lo condujo a ser nombrado el mejor jugador de la Bundesliga antes de ir al Madrid, atraído también por los mensajes de seducción de Vinicius. Ausente por lesión del fatal desenlace de la pasada campaña para el Dortmund, Jude Bellingham se despidió del muro amarillo con 24 goles y 25 asistencias en 132 encuentros. En el Madrid, en su primer año, suma solo un tanto menos (23) en un tercio de choques (41). “Para quienes lo conocimos aquí, su actuación en el Madrid no es ninguna sorpresa”, puntualiza la persona que trabajó con él en el Borussia.
Después del trienio teutón, su explosión se produjo cuando Ancelotti le abrió un nuevo horizonte al situarlo en la mediapunta, una veta que el cuerpo técnico exploró a partir de lo que vio de él en el Dortmund, sobre todo en su última etapa. “Cuanto más cerca de la portería, mejor”, aseguraba hace unos días Carletto, que negó que fuera el heredero de Toni Kroos.
Una de las definiciones más famosas sobre Bellingham la dio su extécnico Mike Dodds cuando dijo que era un cuatro, un ocho y un diez (de donde salió su dorsal 22). Thomas Tüchel, hace tres semanas, amplió la numeración: “Es un 10, un nueve, un ocho y un seis”.
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